Siempre queda la vieja Europa . Mientras sus relaciones con George Bush se mantienen en el plano de la distante cortesía, José Luis Rodríguez Zapatero se convertirá el próximo martes en el primer presidente español en dirigirse a la Asamblea Nacional francesa, que ya recibió al rey Juan Carlos en 1993. El jefe del Ejecutivo defenderá en la sesión extraordinaria una Europa "ambiciosa, vigorosa y comprometida con su modelo social" y contestará a preguntas de los cuatro principales grupos parlamentarios del país vecino.

Zapatero se ha comprometido a evitar en su intervención cualquier interferencia en el debate que se desarrolla en Francia ante el próximo referendo sobre la Constitución europea. Con ese compromiso ha apagado la polémica suscitada por el Partido Comunista francés, que en un primer momento criticó la posible instrumentalización del líder español por parte de los partidarios del en la consulta.

CENA CON RAFFARIN Fuentes de la Moncloa explicaron que la sesión solemne durará una hora. Tras la introducción de rigor por parte del presidente de la Cámara, Zapatero pronunciará un discurso de unos 15 minutos y se someterá al interrogatorio de los parlamentarios.

Tras la sesión, el presidente español tendrá una cena de trabajo con su homólogo francés, Jean-Pierre Raffarin, en la que abordarán asuntos como las perspectivas financieras de la UE o la cooperación antiterrorista. Por otra parte, la Moncloa confirmó que Zapatero prevé reunirse el próximo mes --antes de la campaña electoral vasca-- con los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y Colombia, Alvaro Uribe. En enero, las tensiones entre ambos países llevaron al jefe del Ejecutivo a cancelar una escala en Caracas dentro de una gira iberoamericana. Conocedor de los recelos que provoca en Bogotá y Washington cualquier acercamiento a Chávez, Zapatero ha decidido esta vez, en un ejercicio de equilibrio diplomático, incluir en el mismo viaje a Colombia y Venezuela.