El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha llegado hoy, poco después de las 16.00 horas GMT, a la sede del Consejo Europeo en Bruselas para participar en las cumbres de los líderes de los Veintisiete y de los países del euro, en las que defenderá la solvencia de la deuda española. Zapatero ha sido uno de los últimos mandatarios en incorporarse a la reunión de los Veintisiete, a la que seguirá otra de los 17 países del euro. El jefe del Ejecutivo acude con el objetivo de hacer ver que las medidas económicas adoptadas en los últimos meses sitúan a España en una senda de estabilidad financiera y de reducción del déficit. La declaración con que se cerrará la cita de hoy prevé recoger un nuevo llamamiento para que España siga su proceso de reformas estructurales, aunque sin exigirle nuevas medidas de ajuste. El foco ahora está sobre Italia, a la espera de que el primer ministro, Silvio Berlusconi, presente a los socios comunitarios su programa de reformas detallado y con un calendario concreto.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, aseguró el pasado domingo que la economía española ya no estaba en primera línea de los problemas económicos y financieros de los países del euro.

Sin embargo, ayer, martes, Sarkozy trasladó otra impresión al afirmar que España era vista hasta hacía poco como un "milagro" en el plano económico, pero ahora nadie querría estar en su situación. Aún está por determinar el impacto que tendrá en la deuda española la recapitalización prevista de los principales bancos europeos para combatir las repercusiones de la cancelación parcial de la deuda que arrastra Grecia para evitar su quiebra. También se planea elevar hasta el 9 por ciento el capital de máxima calidad exigido a las entidades financieras. En España, se prevé que estas medidas afecten al BBVA, Santander, Caixabank, Bankia y el Popular.

La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Saenz de Santamaría, ha vuelto a pedir hoy a Zapatero que España "no salga cuestionada en su solvencia" de la cumbre, al considerar que sería letal que la deuda española quedara "estigmatizada y puesta en duda". En medio de un ambiente de escepticismo por el resultado que se pueda alcanzar, los socios del euro tienen como reto lograr un acuerdo para hacer frente a la crisis de deuda y a la situación de Grecia. Los otros dos cometidos son la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para evitar el contagio a países como Italia y España y la recapitalización de los bancos. Al término de la cumbre celebrada el pasado domingo, Zapatero confió en que esta noche se pueda llegar a un acuerdo "sólido, amplio y fuerte que de una vez por todas dé estabilidad financiera a la deuda soberana y, especialmente, a Grecia".