Los agricultores extremeños han presentado solicitudes para arrancar, al menos, 4.600 hectáreas de viñedo, según las cifras que maneja la Consejería de Agricultura. Sin embargo, desde este departamento se advierte de que tales datos son provisionales, y la cifra será más elevada, ya que el plazo para presentar peticiones se cerró ayer y muchas podrían haberse entregado en cualquiera de los centros administrativos repartidos por toda la región, con lo que hasta dentro de dos semanas no se tendrá un número exacto.

Desde Coag, su secretario regional, Juan Moreno, apuntó que los datos que ellos manejan elevan la cifra de solicitudes hasta las 6.000 hectáreas. Es decir, que las peticiones para arrancar viñas este primer año de vigencia de la nueva OCM, acogiéndose a primas por abandono de cultivo que suponen alrededor de 5.000 euros por hectáreas, afectarían a entre el 5% y el 7% de las 90.000 hectáreas de viñedo con que cuenta la región.

Moreno reconoció que el volumen de hectáreas que se acogerían a este arranque es muy elevado, pero lo considero normal teniendo en cuenta "cómo están las cosas y la incertidumbre que existe en el sector".

Según señaló, la negociación entre agricultores e industrias destiladoras a la que la secretaria de Medio Rural del ministerio, Alicia Villauriz aludió como negociación libre entre oferta demanda, "es una negociación donde unos, las destiladoras, juegan con cartas marcadas, porque los agricultores tienen que recoger y vender para destilación sin conocer el precio, pero no tienen otra salida si quieren acogerse al pago único en el 2010".

El dirigente agrario señaló que "no se sabe nada" del plan de apoyo que debe articularse en la nueva OCM, y desde el ministerio se dice que estará en uno o dos meses, "lo que supone que se sabrá cuando ya haya terminado la campaña aquí". Según explicó, esto obliga a los agricultores a entregar la uva "a ciegas", sin saber qué precio se les pagará por ella.

Moreno explicó que existe un gran temor a que los precios se encuentren por debajo de los 30 céntimos por kilo que marca el coste de producción. Además, la nueva OCM elimina las ayudas al almacenamiento --ayudas para que se guardara parte de la cosecha de un año para evitar que los precios cayesen--, con lo que este año no sólo se pondrá en el mercado toda la cosecha, sino también los aproximadamente 4 millones de hectólitros que hay almacenados.

En cuanto al plan de medidas de apoyo, Moreno indicó que una parte importante de los fondos irán a campañas de promoción "pero los efectos de estas campañas no se verán ahora, sino a la vuelta de unos años, con lo que el problema es aguantar las tres primeras campañas".

En todo caso, es difícil que Bruselas esté dispuesta a financiar todas las solicitudes de arranque, ya que se estima que en España podrían abarcar más de 80.000 hectáreas, lo que supone un gasto de 400 millones de euros en nuestro país, cuando el presupuesto para toda la UE es de 465 millones.