La no observancia de las medidas encaminadas a disminuir los riesgos de actuaciones adversas en el paciente tendrían un coste en España de unos 600 millones de euros al año, lo que en el caso de Extremadura se cifraría en alrededor de 13 millones de euros.

Estos datos han sido facilitados hoy por el director gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), Joaquín García, en la presentación del Mes de la Seguridad del Paciente en Extremadura, que conllevará la celebración a lo largo de mayo de 104 actividades como talleres, sesiones clínicas y formativas, seminarios o charlas, además de nueve cursos específicos.

Este programa, según explica, se enmarca en el Plan Estratégico de Seguridad del Paciente de la comunidad autónoma 2011-2016, que reúne el conjunto de estrategias y prácticas seguras puestas en marcha para la prevención y minimización de los efectos adversos asociados a la atención asistencial.

La organización de los talleres y sesiones, dirigidas a profesionales, pacientes y familiares de las distintas áreas de salud de la región, coincide también con la celebración ayer de la V Jornada Mundial de la Higiene de Manos, convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta práctica está absolutamente implantada en la atención quirúrgica de los países desarrollados, pero hay que incidir aún más ella en otras áreas de la atención médica, según Joaquín García, quien ha especificado, además, que en muchos casos no se lava el fonendoscopio de la auscultación de un paciente a otro, algo que debería generalizarse.

De igual forma, las estrategias de seguridad del paciente pasan por el uso seguro de los medicamentos o por la prevención de infecciones en el área quirúrgica; seguridad en la anestesia y en los equipos; y sistemas de notificación y medición del riesgo sanitario.

El director gerente del SES destaca que la cultura del seguridad del paciente es fundamental para la Consejería de Sanidad y Política Social y ha especificado que esta "debe de interiorizarse y mantenerse a lo largo del tiempo".

En ese sentido, se refiere a otras medidas puestas en marcha como los proyectos "Bacteriemia Cero y Neumonía Cero", que contempla un protocolo de prácticas relacionadas con la posición y aspiración de los enfermos en muchos casos con respiración asistida.

Así, por ejemplo, la puesta en marcha hace 18 meses en el área sanitaria de Cáceres del programa Neumonía Cero ha supuesto al año, según datos del SES, 38 infecciones menos, 3,42 fallecidos menos, 456 estancias en la UCI menos y un ahorro en costes sanitarios de alrededor de 900.000 euros.

Joaquín García extrapola los datos sobre este mismo programa desarrollado en Castilla y León a Extremadura y ha dicho que en el conjunto de la comunidad autónoma supondría la prevención de más de un centenar de neumonías, de alrededor de 15 fallecimientos y de más de 2.500 estancias en UCI al año.

García subraya que, además del ahorro en coste y riesgos para el paciente, este tipo de programas permiten optimizar los recursos del sistema y el mejor acceso a éstos de otros enfermos que lo puedan necesitar, como es el caso de la UCI.

A preguntas de los periodistas, el responsable del SES explica que Extremadura se encuentra "a nivel medio" en este tipo de estrategias y prácticas clínicas seguras y presenta "algunas ventajas" como la mayor implantación de la receta electrónica en toda la comunidad autónoma, lo que deriva en un número menor de errores.