La avería que sufre la Central Nuclear de Almaraz es una de las mayores de su historia, tanto en costes como en el tiempo que deberá estar parada la planta, ya que el incidente se produjo el pasado día 3 de mayo, al averiarse uno de los dos motores de un generador diésel de emergencia durante una parada en la que se procedía a la recarga de combustible.

El generador tuvo que ser enviado a Francia para su reparación, la cual se estima entre 15 y 30 días. Mientras tanto, la planta permanece parada, ya que para arrancar el reactor es necesario tener los dos generadores diésel operativos, según indicaron ayer a este diario fuentes de la central, quienes no pudieron precisar el tiempo que durará la reparación, ya que una vez que esté arreglado el motor, será sometido a un control de calidad.

Además, desde la central nuclear recordaron que la parada más larga, aunque no por motivo de avería, fue la que se realizó durante varios meses en 1996 para cambiar los generadores de vapor debido a la corrosión que padecían dos tuberías por las que se perdía agua.

DISCREPANCIAS

Por otra parte, responsables de Almaraz insistieron ayer en que las instalaciones no han visto mermada su seguridad por la avería sufrida el pasado día 3, algo con lo que no coincide el colectivo Ecologistas en Acción, que asegura que la avería fue lo "bastante grave" como para hacer necesaria la instalación de un nuevo generador, y sostienen que la reparación del generador mantendrá parada la planta hasta mediados de julio, algo que niegan desde la propia central.

Paco Castro, miembro de la agrupación ecologista, señala que los generadores diésel de emergencia tienen la misión de suplir de corriente eléctrica a los sistemas de seguridad de la central, que deberían actuar en caso de accidente con interrupción de la alimentación eléctrica. En este sentido, Castro advierte de que se trata de elementos vitales para la seguridad de las instalaciones nucleares, ya que sin su funcionamiento no se podría llevar la central a una parada segura.

En cuanto a las pérdidas económicas, desde Ecologistas en Acción, inciden en que "serán altas por el elevado tiempo de parada, ya que una unidad factura al día más de dos millones de euros (350 millones de pesetas)".