La situación en el Almonte comienza a normalizarse tras la invasión de la azolla que cubrió de un manto rojizo parte de su cauce hace más de tres semanas. Desde el sábado han comenzado a abrirse claros en la compacta mancha formada por la azolla y que ocupaba más de un kilómetro y medio de extensión, y se espera que a lo largo de los próximos días los claros sigan avanzando y que el pequeño helecho acabe por desaparecer hundido en el fondo del río Almonte.

La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ha mantenido desde finales del mes de mayo la vigilancia en la zona a través de controles de la calidad del agua. Eran controles rutinarios, pero suficientes para constatar que la calidad del agua se mantenía dentro de los estándares habituales o que variaban, lo que hubiera indicado que el manto de azolla estaba generando un impacto negativo en el Almonte que podría tener consecuencias sobre la fauna y la flora del río.

"Los controles de calidad del agua de las muestras que se tomaron la semana pasada no muestran ninguna afección a la calidad del agua", subrayan desde la CHT e indican que ayer mismo se tomaron nuevas muestras cuyos resultados se tendrán la próxima semana. En todo caso afirman que la evolución que está siguiendo esta invasora en el Almonte entra dentro de lo normal y ya "se está retirando de manera visible, dentro de las previsiones".

El manto rojizo que proliferó en la confluencia del río Tajo con el Almonte y especialmente en este afluente generó alerta entre los vecinos de poblaciones próximas como Monroy, donde mostraron su preocupación por los efectos de esta invasora que afectaba por primera vez al Almonte en un tramo simbólico para la localidad como es la zona del molino. La aparición de peces muertos a finales de la semana pasada les hizo temer que la situación se estuviera agravando, pero ayer el alcalde de la localidad, Telesforo Jiménez Sierra, se mostraba "aliviado" de que la situación haya comenzado a cambiar en los últimos días. "La climatología y la naturaleza han seguido su curso, igual que se multiplicó de forma perversa, ahora va desapareciendo", afirma el alcalde, que remite a las "explicaciones tranquilizadoras" que recibieron por parte de los técnicos de la Junta días atrás.

Sobre la muerte de peces que hicieron saltar las alarmas entre los pescadores de la localidad, desde la Confederación matizan que no se aprecia "mortandad extraordinaria" de peces en el río Almonte.

EL AGUA CORRE Es lo que defienden también desde la Junta de Extremadura: "hubo algunos peces muertos pero no era por causa del helecho, ya que eran peces muertos aguas arriba que el agua arrastró", indican fuentes de la Administración regional que indica también que en parte del tramo de la capa rojiza el helecho se está desecando y tornando a un color marrón que está abriendo la capa compacta por manchas a medida que el helecho se va hundiendo en el fondo del agua. Desde la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente aseguran que ya "hay partes limpias y corre el agua", dos de los elementos que se consideran indicadores de que la situación está en vías de resolución.