El contingente conformado por 550 efectivos, 313 de la Brigada Extremadura XI, que participará durante seis meses en la misión internacional que instruye al Ejército de Irak, partirá hacia la base de Besmayah, al sureste de Bagdad, a partir del próximo 12 de noviembre. El jefe del contingente, el coronel César García del Castillo, afirmó ayer a los medios momentos antes de celebrarse el acto de despedida oficial de dos de las cuatro unidades que participarán en esta misión, que el desplazamiento se producirá en tres oleadas, el 12, el 18 y el 24 de noviembre.

De la base militar de Bótoa partirán 162 efectivos -el resto forman parte del Tercio Viejo de Sicilia de San Sebastián, perteneciente también a la Brigada Extremadura XI-, que se desplazarán en autobús hasta Madrid, desde donde tomarán un vuelo a Vitoria, ciudad en la que se sumarán militares de la ciudad donostiarra y de otras del norte de España que también participarán en la misión. Cabe destacar que el objetivo de la misión es el apoyo a las academias de formación del Ejército iraquí en su lucha contra el Daesh, a través de la mejora de sus capacidades militares gracias a labores de instrucción, adiestramiento y mentorización de actividades.

La situación actual en el país es de «calma tensa» tras las revueltas acontecidas en Bagdad la semana pasada y ante la situación en la frontera turco-siria, explicó García del Castillo. En este último caso la zona de conflicto está muy alejada de la base de Besmayah, donde estarán los efectivos españoles, aunque sí ha propiciado que 2.000 militares estadounidenses ubicados en el país otomano se hayan desplazado a bases del norte de Irak.

Según destacó el coronel, el contingente está conformado por cuatro unidades diferentes, Operaciones Especiales, Helicópteros, Instructores y la denominada ‘Misión de la OTAN’, estas dos últimas las que se despidieron oficialmente ayer de la base extremeña. Entre los familiares de los efectivos de estas dos unidades que asistieron o a la despedida oficial se encontraba Noelia Díez, que está embarazada y que dará a luz -gracias a un parto programado- antes de que su marido se marche a Irak, por lo que será un momento «muy especial». Para José Antonio Santos, militar y primo de otro de los efectivos que participará por primera vez en una misión internacional, supone un «orgullo» que uno de sus familiares forme parte de este contingente: «En definitiva, se trata de cumplir con su obligación».