Sobre las cuatro de la tarde de ayer, las expectativas sobre las primeras procesiones de la Semana Santa emeritense, de interés turístico nacional, eran tan oscuras como el cielo, que dejaba caer un considerable chaparrón sobre la ciudad. Los responsables de la Cofradía Infantil y de la Sagrada Cena sopesaron hasta última hora si debían salir los pasos, dadas las lluvias intermitentes durante toda la mañana. Pero el tiempo pareció aliarse con los fieles y cerca de las seis de la tarde, cuando los costaleros por fin sacaban el paso de la Sagrada Cena de la Parroquia de San José, las nubes fueron despejándose. Cientos de personas acompañaron a las imágenes en sus recorridos por la calles emeritenses.

A las 17.30 horas, inicio previsto del inicio de esa procesión de la Sagrada Cena y de Nuestra Señora del Patrocinio, de la cofradía del mismo nombre, persistían las dudas. "Es un peligro para las imágenes que puedan mojarse, no podemos arriesgarnos", explicó el Hermano mayor, Pablo Burgos. Sin embargo, un pequeño arco iris al fondo dio la bienvenida a al Misterio de la Sagrada Cena, más de un millar de kilos sobre los hombros de 52 costaleros. Le siguió la Virgen del Patrocinio, en este caso cargada por 32 costaleras, siendo ambas imágenes recibidas con aplausos.

Poco después comenzaba la tradicional marcha de la Cofradía Infantil con el paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén, más conocida como la Burrita. Como es habitual, los más pequeños se convirtieron en los protagonistas de una marcha en la que se apuraban para repartir caramelos, como es tradicional, seguidos del histórico paso, que este año estrenaba faldones en terciopelo rojo, sufragados por la hermandad.

También por la mañana las autoridades y la Banda Municipal de Música recorrieron las calles del centro en la Procesión de las Palmas. Hoy, a partir de las 20.30 horas y si el tiempo lo permite, será de nuevo el turno de nuevo de la Cofradía Infantil, con otros tres pasos.