Madres (muchas) que han conciliado la vida laboral con la costura del disfraz, jóvenes que se han enmarronado hasta la madrugada haciendo trajes de goma Eva, niños que han tenido la paciencia de aprenderse todos los pasos de los últimos éxito de zumba, colegios que han logrado mayor poder de convocatoria que cualquier reunión de las Ampas, repartidores vestidos de minions , carpinteros de piratas, funcionarios de marionetas, publicistas de elefante, maestras de Piolín... Cáceres vivió ayer el desfile de grupos más numeroso de cuantos se recuerdan, incluidos los mejores años, con 24 comparsas que sumaron unos 1.100 participantes (justo el doble del año pasado).

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El desfile tardaba una hora en pasar por cada punto, ya que la mayoría de los grupos llevaban su propia música y avanzaban al compás de las coreografías. Desde Moctezuma hasta la plaza Mayor, miles de personas presenciaron el avance de las comparsas bajo algunas gotas muy dispersas de lluvia y con un viento frío pero soportable. Tres de ellas superaron los cien participantes pero otras muchas iban integradas por decenas de personas.

Los grupos más novatos le pusieron toda la ilusión, como La cajita saltarina , formado por once madres del colegio Prácticas con sus once hijos. "Vamos vestidas de payasetas , algo sencillito porque somos madres trabajadoras con poco tiempo, pero queremos revivir para los niños el carnaval que nosotras disfrutamos, cuando en casa teníamos dos disfraces nuevos cada año", recordó ayer María con su hija Iria, dispuesta a "aguantar todo el desfile porque he bebido mucha agua".

Entre las comparsas más nutridas estaba Que nos quiten lo bailao , esta vez disfrazada de 101 Dálmatas tras el tercer puesto del año pasado. La mismísima Cruella de Vil tomó la palabra: "La mayoría somos del colegio Paideuterion y hemos hecho todos los disfraces a mano, hasta las manchas van recortadas, pegadas y cosidas", detalló. Muy cerca desfilaban Los Kekeños , grupo surgido en torno a una tienda de manualidades de San Blas, con uno de los trajes más conseguidos: Los lepracauns o duendes irlandeses de San Patricio, que fueron dando suerte durante el desfile con sus grandes monedas doradas. "Lo que queremos es que todo el mundo se anime, somos pro carnaval Cáceres", explicó la promotora.

DJ NOE CON ARCA La comparsa Taquicardia (Gimnasio Cardiosport), primer premio del pasado año, tomó las calles con más de cien animales que formaban El arca de Noé . Desfilaron por parejas, como manda la tradición, con el propio Noé al mando de una música que ponía a bailar a media calle. Por supuesto no faltaron Los Minions Molones , con disfraces que les han llevado mucho tiempo y paciencia para redondear las cabezas y conseguir los ojos a partir de tupperware . "Menos mal que en los chinos encuentras de todo", explicó el minion Stuart .

El Ampa del colegio María Auxiliadora consiguió uno de los conjuntos que más gustaron: 87 marionetas plateadas y negras con sus hilos incluidos y coreografías muy ensayadas, que a la postre ganaron el concurso. La comparsa Soy de Las 300 volvió a demostrar su poder de convocatoria con un centenar de piratas de pelo rojo, capa para ellos y tutú para ellas, además de detalles personalizados y por supuesto el escudo del barrio. La comparsa El Jaleo , la gran superviviente de los mejores años del carnaval cacereño, puso el sabor de siempre con sus tambores.

No faltó la asociación de patinadores CC Rueda vestida de comecocos ; ni los Caballeros del Zodiaco con una carroza a modo de Templo de Atenea que repartía caramelos; ni las Divinas Lolitas vestidas de guitarras de colores; ni el Ampa del colegio Moctezuma con 80 integrantes vestidos de aztecas en alusión a la unión con los pueblos hispanoamericanos.

El desfile fue eminentemente familiar, pero la jornada prometía mucho más carnaval en los ambientes nocturnos. En la carpa de la plaza estaba programada una Cardiozumba , la banda West y el DJ Jesús Vaca. En Pizarro, la Federación Extremeña de Artistas, con músicos, bailarinas, clowns, percusionistas y titiriteros, inició la fiesta con el espectáculo El retrofuturista pasacalles del carromato de vapor , que por la mañana también recorrió Aldea Moret. Y la sala Barroco, en la plaza de Albatros, recuperó el baile de máscaras que durante los últimos años se ha celebrado en el Gran Teatro.