Alrededor de 5.000 agricultores y ganaderos de toda Extremadura --3.000 según la policía local y más de 7.000 según los convocantes-- acudieron ayer a la manifestación convocada en Mérida por las organizaciones agrarias UPA, Asaja, Coag y Apag y por las cooperativas encuadradas en Unexca, para denunciar la situación de crisis del campo y exigir un plan de rescate similar al aplicado al sistema financiero. En la marcha también estuvieron presentes el secretario nacional de UPA, Lorenzo Ramos, el secretario regional de UGT, Miguel Bernal, y el presidente regional del PP, José Antonio Monago. La manifestación transcurrió sin incidentes desde el Paseo de Roma hasta las puertas de la Consejería de Agricultura.

Ignacio Huertas, secretario regional de UPA, no dudó en calificar como "sinvergüenzas" a las fábricas de piensos por no haber bajado sus precios pese a la caída del cereal, "que pagan a los agricultores con precios tirados y venden al ganadero al precio que les da la gana". Huertas afirmó que el sector "no aguanta más" la subida de costes de producción mientras se les paga por sus productos la cuarta parte de lo que se cobra luego al consumidor. Por ello demandó una Ley de Márgenes Comerciales que acabe con estas prácticas. Además, denunció que la UE reforma la PAC cada tres años "y así nadie puede planificar".

Por su parte, Angel García Blanco, presidente de Asaja, hizo un recorrido por la situación límite de los distintos sectores y afirmó, respecto al trasvase de Valdecañas a Murcia, que en esa comunidad no hay un problema estructural con el agua, sino "una banda de chorizos y delincuentes que hacen regadíos en espacios protegidos y zonas forestales incendiadas con el amparo de la Administración". Por ello, anunció que no se permitirá que salga "ni una gota de agua de Valdecañas" hasta que se cumplan compromisos como la presa de Monteagudo o la creación de 26.000 hectáreas de regadío en Navalmoral.

Por Coag, su secretario regional, Juan Moreno, incidió en el desequilibrio entre costes de producción y precios percibidos por el agricultor y reclamó la intervención de la Comisión de Defensa de la Competencia.

Desde Apag, su presidente Bibiano Serrano, se quejó de que los planes de desarrollo rural "pasan siempre por meter la mano en el bolsillo de agricultores y ganaderos" y pidió a los políticos "que miren en el frigorífico, a ver de dónde han salido los productos que tienen ahí". Serrano también demandó que se retire el chequeo médico (documento previo de reforma de la PAC) "porque se ha hecho sin contar con los agricultores y consiste en quitarnos de nuevo dinero, mientras cada vez somos menos y estamos más arruinados".

Matías Sánchez, presidente de Unexca, mostró todo el apoyo de las cooperativas a la movilización "porque este sector es el que mueve la economía extremeña, y hasta la industria es fundamentalmente agroganadera".

Mientras, Lorenzo Ramos incidió en la petición de una ley de márgenes y en un plan de rescate "porque si se ha hecho con la banca y se va a hacer con el automóvil, también se puede hacer con el campo" y aseguró que la UE "nos ha dado la espalda".

Finalmente, Monago reclamó a la Junta "que deje de mirar para otro lado" y reclamó medidas "valientes" para salvar a un sector "básico".