Las factorías extremeñas de Carcesa han dejado de producir y los empleados no saben cuándo volverán a reanudar la actividad porque para la próxima semana "no hay nada previsto". Así lo aseguró ayer la presidenta del Comité de Empresa de la fábrica de Mérida, Rosario Riñones, que informó además de que unos 500 extremeños, entre empleados y familiares, tienen previsto acudir a la manifestación convocada hoy en Madrid por los sindicatos para defender el empleo.

Según Riñones, los trabajadores están "cada vez más intranquilos y desconfiados" porque en estos momentos no hay actividad, "sino montones de pedidos de productos que no se pueden sacar adelante porque no hay materia prima". Tal es la situación, que incluso la compañía de suministro les ha cortado la línea telefónica.

Esta semana, la mitad de la plantilla está de vacaciones forzosas y la otra mitad lo estará la próxima, pero la presidenta recalca que "no hay actividad y no se sabe lo que pasará". Ahora se dedican a otras labores, como lavar latas o etiquetar.

Ante esta situación, en la concentración diaria de ayer, los trabajadores volvieron a manifestar su deseo de que Carcesa entre en concurso de acreedores "para que un administrador judicial gestione los recursos y la compañía, que es viable, pueda seguir funcionando". En esta ocasión, contaron con el apoyo del coordinador regional de Izquierda Unida, Pedro Escobar, que exige "una solución extremeña" y no descarta la posibilidad de que Nueva Rumasa vuelva a ser una empresa pública.

MANIFESTACION Para hoy está prevista una manifestación en Madrid, convocada por los sindicatos UGT y COO a la que según Riñones, acudirán 500 extremeños entre trabajadores y familiares. A nivel nacional, la estimación es que acudan 2.000 trabajadores de todo el grupo Nueva Rumasa en defensa de sus puestos de trabajo. Según han informado fuentes sindicales, la compañía convocó ayer por la tarde a una reunión de urgencia en Madrid a los presidentes de los comités de empresa de todo el grupo "con el objetivo de desactivar la manifestación". Los representantes de los trabajadores no se presentaron.

Por otra parte, también ayer se hizo público que algunos inversores de Nueva Rumasa hipotecaron sus viviendas para adquirir parte de las cuatro emisiones de pagarés realizadas por el grupo de alimentación, según ha indicado a EFE el letrado Santiago Viciano, del bufete V Abogados, que representa al 15% de los 150 millones que se estima que han suscrito los inversores. Este ha explicado que los inversores hicieron esta operación porque razonaron que el margen que ganaban entre la diferencia del tipo de interés que les aplicaba el banco por la hipoteca y el que les ofrecía Nueva Rumasa, en algunos casos del 12%, era amplio y salían ganando.