Carcesa, empresa propiedad de la familia Ruiz-Mateos que se encuentra en concurso de acreedores, reinicia su actividad en sus tres fábricas de Badajoz, tras disponer de 7,5 millones de euros en materia prima, que se daban como garantía en una deuda valorada en 12 millones de euros, informa Nueva Rumasa y recoge la agencia Europa Press.

El fabricante de las marcas Apis y Fruco, con plantas en Mérida, Don Benito y Montijo, fue declarado en concurso voluntario de acreedores el 23 de marzo, con un pasivo de más de 100 millones de euros. La juez apartó además a la familia Ruiz-Mateos de la gestión de la empresa, que asumió la administración concursal.

"La voluntad de Nueva Rumasa es seguir trabajando para en el corto plazo recuperar la actividad normal de Carcesa", señala el grupo familiar y se muestra "plenamente seguro de que la viabilidad de Carcesa está totalmente garantizada".