Siete mil personas llenaron ayer la plaza de España de Villanueva de la Serena para disfrutar de la popular Carrerita , declarada recientemente fiesta de interés turístico regional. Villanovenses y visitantes se dieron cita desde muy temprano para lograr las primeras filas; otros, agudizando el ingenio, portaron escaleras para no perder detalle del evento; y todos, miraban al cielo después de llover suave durante la noche. Pero el astro rey no quiso perderse el encuentro entre la Virgen de la Aurora y su hijo, Cristo Resucitado.

Alrededor de las nueve de la mañana la comitiva de la Cofradía de la Vírgen de la Aurora, encabezada por su hermano mayor portando el pendón, se dirige hacia la capilla del Cristo Resucitado, captando la atención de los presentes. Un año más, el pendón de la Aurora asoma en tres ocasiones a la plaza de España: el Resucitado, ya en la calle San Benito, la espera.

Las miradas no se apartan de la puerta de San Pedro, por donde aparece la Virgen de la Aurora; al doblar la esquina y ver a a su hijo inicia una emotiva carrera hasta llegar junto a él. Son unos segundos, pero Villanueva contiene la respiración. Luego, estallido de júbilo, pétalos de flores y globos de azules y blancos llenan el cielo villanovense y gritos de "¡Viva la Carrerita!, ¡Viva el Resucitado!, ¡Viva la Vírgen de la Aurora!" Miles de fieles invaden la plaza y entre la multitud, madre e hijo procesionan, antes de regresar para celebrar su misa.

La Aurora regresará hoy a su ermita. Partirá a las nueve de la mañana de la iglesia de la Asunción y hará un alto en la parroquia de San Francisco donde la Coral Villanovense interpretará un canto mariano y una salve a modo de despedida. La peregrinación acabará sobre las 11.30 horas, cuando se la recibirá con una misa extremeña cantada por el coro de la cofradía.