Las familias de Granado y Delgado llevan ya casi 10 años intentando conseguir que se revise la sentencia del 13 de agosto de 1963 por la que un Consejo de Guerra les condenó a muerte por unos atentados de los que, casi 35 años después, otros se declararon autores. La primera vez que presentaron escrito en el Supremo fue el 3 de febrero de 1998, y los trámites aún continuan.