"Luces, cámara... y acción". El cine extremeño empieza a rodar. Si no hace demasiado era impensable imaginar una película producida en la región, la situación ha cambiado en los últimos años. Ayudas públicas, proliferación de productoras, el nacimiento de una televisión autonómica... Todo ha influido.

Un dato basta para ilustrar este nuevo escenario. Entre el 2005 y el 2007 la Junta ha subvencionado 7 largometrajes --con un total de 900.000 euros-- y 34 cortos --con 540.000 euros--. Es decir, que la producción de películas de ficción, de largo o corto metraje, ha recibido en tres años 1,44 millones de euros.

Los largometrajes que han logrado apoyo institucional en este periodo son El hombre de arena (de Las siete sillas); La Asociación (Tragaluz); Pájaros muertos (Nacidos niños); Animal Channel (Extremadura de Audiovisuales); La cuneta (Gestor.ex); Entre esquelas (La mula Films); y Los Medieros (Agencia Audiovisual Freak).

El director general de Promoción Cultural, Javier Alonso de la Torre, destaca que la Junta apoya al cine extremeño, además, a través de becas de perfeccionamiento en centros nacionales o extranjeros, una iniciativa que engloba a profesionales de la danza, la música, el cine y la industria audiovisual. Sin embargo, lo cierto es que a lo largo de los últimos tres años ninguna de estas becas ha ido a parar a un cineasta.

Fernando Sánchez, responsable de Zafra Producciones Audiovisuales, explica que su empresa se dedica, sobre todo, a la producción de cortometrajes, "un sector que está empezando y que se encuentra con muchas dificultades". Entre otras cosas porque "la televisión regional todavía está empezando" y aún no apoya lo suficiente. En su caso la empresa se lanzó a la aventura de producir una película, El Estudiante , sobre la vida de Manuel de Espronceda, pero finalmente optaron por reconvertir el proyecto y hacer un cortometraje.

Por su parte, Millán Vázquez, gerente de la Agencia Audiovisual Freak, apunta que se trata de un sector "en fase de nacimiento y crecimiento", por lo que "no se puede pedir más". A su juicio la clave está "en la coproducción entre comunidades y con otros países", porque "en la región no hay suficiente dinero". Lo que sí tiene claro es que una de las claves es "no depender en exceso de las ayudas".

El más crítico con la actitud de la Junta es José Camello, de Libre Producciones, que mostró sus "reticencias" hacia unas subvenciones "de las que se podría poner en duda su interés social". A su juicio están lastradas por el "secretismo" que rodea a todo el proceso de concesión de ayudas, un proceso en el que "se maltrata" a su productora. Así, se preguntó "dónde están esas producciones que han recibido las ayudas" y que nunca han llegado a ver la luz.