Cruz Roja desarrolla diferentes proyectos de apoyo para aquellas personas que se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad en la región y que cubren varios ámbitos de actuación, entre ellos la alimentación, los suministros básicos o la escolarización.

En el caso de los alimentos, reparte los procedentes del Fondo de Ayuda Europea para los más Necesitados (Fead) tanto de una forma directa a través de sus asambleas locales (en la región tiene unas 45) como indirecta, facilitándoselos a otras entidades, fundamentalmente ayuntamientos y asociaciones de vecinos para que sean ellas las que los distribuyan. En ese segundo caso, "nuestra tarea es recibir la solicitud de la entidad, la documentación que exige el Fead, revisarla y servir la cantidad de producto que tengan asignada", detalla Javier Ramos, director provincial de Intervención Social de Cruz Roja en Badajoz. En 2015, más de 1.200 familias se beneficiaron en la provincia pacense de la atención directa de Cruz Roja, y otras 10.000 a través de otras entidades con las que trabaja.

Esta institución también cuenta con un programa de atención a otras necesidades básicas distintas de la alimentación como el pago de recibos de luz o de agua "y también de alguna otra necesidad que entendamos como urgente, como pueden ser gafas para niños pequeños o algún elemento ortopédico", apunta Ramos. De la misma forma, se contribuye al pago de alquileres y se reparten juguetes y material escolar --en este último caso, en colaboración con la Fundación Solidaridad Carrefour.

Como requisito básico para recibir este apoyo de Cruz Roja, en las familias de hasta dos miembros no se pueden superar los 500 euros mensuales de ingresos, tope que sube a los 750 euros para el resto.

Además de aquellas unidades familiares que subsisten gracias a la pensión de jubilación de un mayor o de ayudas sociales, Ramos indica que también es "bastante común" encontrarse hogares en los que no entra ningún ingreso y, si lo hace, es "solo algo proveniente de la economía sumergida, pero de una cuantía bajísima", o las aportaciones de otros familiares. "En cierto momento, más del 50% de las familias que atendíamos no tenían ningún tipo de ingresos", apunta.

Ramos resalta que aunque los efectos de la crisis puedan haber tocado techo, aún no se ha producido una disminución del número de personas que demandan la ayuda de Cruz Roja. "La avalancha que nos llevamos encontrando desde hace cuatro o cinco años se ha estancado, pero aún no hay una disminución de los usuarios". Además, añade, "igual antes había más familias que no tenían ningún tipo de ingreso. Ahora, a lo mejor lo tienen, pero es temporal y no muy alto, con lo cual siguen siendo usuarios nuestros porque eso no les garantiza tener una vida medianamente digna".