Fin a tres meses de conflicto en Siderúrgica Balboa. Una semana después de aceptar el arbitraje ante el ERE colectivo planteado para los 532 trabajadores, el Grupo Gallardo y la plantilla tienen que acatar la resolución dictada ayer por el árbitro, el jefe de la Inspección de Cáceres, Gonzalo González Tejedor, y que es básicamente la que establecía el plan de viabilidad firmado por empresa y comité el 16 de octubre. El árbitro establece 117 despidos con 30 días de salario por año trabajado y un máximo de 18 mensualidades y rebajas salariales de entre el 4% y el 25%. Este laudo arbitral comunicado ayer prácticamente copia el plan de viabilidad presentado por la empresa y que fue rechazado por el 73% de la plantilla. Hay algunas matizaciones: las rebajas salariales se establecen en nueve tramos en lugar de en seis, los sueldos se recuperarán el 1 de enero del 2015 y las bajas voluntarias no podrán ser rechazadas por la empresa. "Por lo demás el laudo calca el plan de viabilidad", señala el comité.

González Tejedor argumenta en la resolución que su base para resolver el conflicto es ese plan "porque expresa la voluntad y el acuerdo de las partes legitimadas para negociar" y señala que su labor, básicamente, ha consistido en hacer "correcciones a ese preacuerdo para hacerlo más equitativo y justo". Pero esas correcciones no han gustado a ninguna de las partes. La empresa manifestó ayer que no está satisfecha por algunas variaciones pero no quiso entrar en detalles, mientras el sentir entre los trabajadores es de "cabreo" porque "tienen la sensación de que no se ha hecho nada, de que el árbitro no se ha mojado", explica Angel Villa, del comité.

En cuanto a los despidos, la resolución los fija en 117 para garantizar la viabilidad de la empresa. Para ello, desde hoy está abierto un plazo de 15 días naturales para abandonar la fábrica voluntariamente. Si las bajas voluntarias no cubren las 117 plazas a amortizar, el grupo decidirá los contratos a extinguir hasta alcanzar este número. No obstante, el árbitro desglosa los puestos que deben desaparecer: 15 en acería, 35 en el tren mixto, 32 en el tren de perfiles, 16 en comunes (tren mixto y perfiles) y otros 19 varios. Las indemnizaciones para los que abandonen la empresa serán las mismas estipuladas en el plan de viabilidad: 30 días por año trabajado con un tope de 18 mensualidades; y la forma de pago también se repite: 20 días en el momento de extinción de los contratos y el resto se percibirá en tres pagos que la empresa realizará a los 6, 12 y 18 meses respectivamente desde el despido.

MAS TRAMOS La segunda pata de este laudo es la rebaja salarial. Los 415 empleados que permanezcan en la fábrica sufrirán un recorte de sus sueldos de entre el 4 y el 25%, como recogía el primer preacuerdo. La novedad es que la rebaja se aplicará desde hoy mismo hasta el 31 de diciembre del 2014 y se efectuará en función de nueve tramos y no seis como inicialmente: a los que cobren hasta 20.000 euros anuales se les aplicará una reducción del 4% y los que superen los 30.000 se les retraerá el 25%. La reducción será del 5% para los que no lleguen a los 21.000 euros, del 7% para los 22.000, del 8% para los 23.000, del 10% hasta los 25.000 euros de salario, del 15% para los 28.000 y del 18% hasta los 30.000. "En ningún caso el salario será inferior a los 19.500 euros".

Para garantizar estas medidas, González Tejedor establece que hasta 2015 la empresa no pondrá en marcha ningún otro despido colectivo, "salvo causa excepcional que comprometa su viabilidad", y que se constituirá una comisión de seguimiento que se reunirá cada mes para analizar el cumplimiento de las medidas adoptadas. Las partes podrán solicitar al árbitro cualquier aclaración en el plazo de siete días, pero ninguna de las dos ha expresado que así vaya a hacerlo. Ambas lo acatan, aunque no les satisfaga.

Para Miguel Angel Rubio, secretario de la Federación del Metal de UGT, la palabra que define la situación de los trabajadores es "resignación". "Satisfecho no puede estar nadie con este laudo porque hay 117 personas que se van a la calle y los que se quedan tienen que hacer sacrificios". No obstante, precisa que es la solución menos mala ante el cierre de la principal industria de la región. Por su parte, Melitón Rodríguez, secretario de la Federación de Industria de CCOO, valora como positivo "que el laudo mantiene el empleo, la industria y la actividad en la zona y como negativo, los despidos". Con esto espera "que la empresa se pueda recuperar". El presidente de CSI-F, Benito Román, agradece el "sacrifico" de la plantilla para llegar a este "laudo agridulce".