Cada extremeño debe una media de 14.500 euros --teniendo en cuenta la deuda a bancos, cajas y cooperativas de crédito y el número de habitantes de la comunidad autónoma-- lo que supone un 25% menos que hace una década (donde la deuda media rondaba los 19.000 euros por habitante). Y es que lejos parece quedar ya la situación más grave generada por la crisis, ya que en estos últimos diez años los créditos facilitados por las entidades financieras a los ciudadanos extremeños han ido decayendo de manera progresiva hasta situarse en 14.436 millones de euros en el primer trimestre de este año (7.000 millones menos que en 2008). A esta cantidad hay que añadir otros 1.151 millones de euros que las entidades de crédito han prestado a las administraciones públicas de la región. Por tanto, en total, los créditos concedidos en los tres primeros meses del año en la comunidad autónoma (última fecha recogida hasta el momento por el Banco de España) se elevan a 15.587 millones de euros; cinco millones más que en el mismo período del pasado año (+0,03%).

Por provincias, los pacenses solicitan muchos más créditos, o al menos, por un valor mayor, que los cacereños. En esos tres trimestres del pasado año, las entidades financieras concedieron 9.943 millones de euros en créditos en la provincia de Badajoz y 4.492 en la de Cáceres.

Esta circunstancia no crece en la misma proporción que la capacidad de ahorro de los extremeños, pese a que ahora tienen depositados 420 millones de euros más en bancos, cajas y cooperativas que hace un año, y mil millones más si se compara con la última década.

Por ello no todo son deudas. El dinero depositado en las entidades de crédito en la región también ha crecido, aunque en menor proporción que los créditos pedidos. Así, las cifras del Banco de España ponen de manifiesto que los depósitos de los ciudadanos y las administraciones públicas de la región se han incrementado un 2,3% en un año y alcanzaron los 18.544 millones de euros en el primer trimestre del año, 420 millones más que en el mismo período del pasado año.

CONDICIONES DE VIDA // En cualquier caso, lo cierto es que son estadísticas de valores medios, no absolutos; y la realidad difiere de manera significativa en los hogares. De hecho, la última Encuesta de Condiciones de Vida publicada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), refleja que casi 17.000 familias extremeñas no se pueden permitir una comida de carne o pescado al menos cada dos días. O lo que es lo mismo, la pobreza les impide llevar una dieta sana, equilibrada, en la que están presentes estas proteínas. La penuria afecta inevitablemente a la salud.

Según los datos del INE, el 3,9% de los hogares de la comunidad tienen esta carencia (el diagnóstico es de 2017). Pero llama aún más la atención que el porcentaje se ha disparado (casi se ha multiplicado por cuatro) desde 2015. En ese momento el problema afectaba al 0,4% de las familias, lo que significa unas 1.700. Ahora lo sufren exactamente 16.750. A nivel nacional también ha habido aumento, pero menos destacado.

En esa misma encuesta de condiciones de vida se puede ver que casi la mitad de los hogares de la región no pueden hacer frente a imprevistos, un signo más que evidencia el riesgo de exclusión social. Además, ese porcentaje también ha subido: siete puntos más desde 2014 (cuando estaba en el 40,4%).

Más estadísticas que reflejan la situación actual de Extremadura: la región aparece la primera en número de familias en peligro de caer en la pobreza. Afecta, de hecho, al 38,8% de la población, que significa, asimismo, un llamativo incremento con respecto a 2016 (en ese año se situaba en el 30,4%).

NO PUEDEN LLEGAR A FIN DE MES // La reciente encuesta del INE también refleja que casi el 60% de los hogares de la comunidad tienen dificultad (ya sea baja, media o alta) para poder llegar a final de mes, lo que significa afrontar todas las facturas. Y el 42,5% no puede irse de vacaciones ni siquiera una semana al año.

Pero además existe ese 3,9% de familias que han de soportar otra de las caras de la pobreza: comer carne o pescado al menos cada dos días se ha convertido en un cuestión de lujo que ya no se pueden permitir.

Por tanto, aunque los ciudadanos extremeños no recurren tanto a los préstamos de entidades financieras como hace unos años atrás cuando apretaba más la crisis, la situación que viven miles de familias sigue siendo difícil, a juzgar por los datos.