Impulsar la investigación como principal vía para abrir nuevos mercados al tomate extremeño y aumentar la competitividad del sector. Esa fue la principal apuesta lanzada ayer por la vicepresidenta segunda y consejera de Economía, María Dolores Aguilar, en la reunión que mantuvo en Santa Amalia con los responsables de las transformadoras de tomate ubicadas en las Vegas Altas.

En este sentido, la vicepresidenta incidió en la necesidad de llevar a cabo una segunda y hasta una tercera transformación del producto con el objetivo de aprovechar el importante tejido productivo creado en Extremadura con las nuevas industrias transformadoras abiertas en los últimos años.

Para alcanzar estos objetivos Aguilar puso a disposición del sector tomatero el departamento de I+D+I de la Junta de Extremadura, al tiempo que ofreció a las transformadoras el apoyo de los departamentos de investigación de la Universidad de Extremadura y del Centro Tecnológico Agroalimentario (Ctaex).

NUEVOS MERCADOS Se trata, añadió, de "ser competitivos y llegar donde no llegamos ahora". Así, señaló que en estos momentos el "mercado real" es la Unión Europea, "pero hay que abrir nuevos mercados para el tomate y sus transformados". Por eso, insistió en la importancia de la investigación y el desarrollo: "Ese es el reto y ésa es la forma de marcar la diferencia con los competidores y ofertar nuevos productos en nuevos mercados".

En esta línea, la vicepresidenta económica del Ejecutivo extremeño resaltó que este sector --uno de los más importantes de la comunidad "tiene un aliado en la Junta de Extremadura", por lo que la Administración regional "tiene que responder a la necesidad y demanda del sector". Unas necesidades que en los últimos tiempos, comentó, vienen derivadas "de las regulaciones de la Unión Europea".

Por su parte, Domingo Fernández, presidente de la sectorial de Transformados de Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (Unexca), recalcó que las principales preocupaciones del sector del tomate pasan en la actualidad por dos grandes asuntos. En concreto, por el continuo incremento del precio de los cereales y por la temida reforma de la Organización Común de Mercado (OCM), que probablemente estará lista a finales de año.

En este sentido, el dirigente de Unexca avanzó que la conjunción de estas dos situaciones puede provocar que en las próximas campañas los agricultores se replanteen qué cultivos sembrar y qué cultivos les son más rentables. Si por estas razones apuestan por dedicarse a los cereales, explicó, se generaría un gran problema en el sector tomatero extremeño, cuyas últimas inversiones --de fran valor económico-- aún no están amortizadas.

Sobre la campaña de recolección del tomate, Domingo Fernández precisó que en estos momentos se acumula ya un retraso de 10 días, lo que se traduce en una reducción del 15% en el volumen de producción. No obstante, según Fernández, el tomate que se está cosechando es de muy buena calidad, a lo que se suma que la productividad --el volumen de kilos producidos por cada hectárea-- está superando las previsiones. Con todo, indicó que la producción que se espera será suficiente para que las fábricas transformadoras de la comunidad no tengan ningún problema.