El propietario del restaurante cacereño "El Figón de Eustaquio", Eustaquio Blanco, dijo que como extremeño, "recibir la Medalla de Extremadura, es más que una Estrella Michelín", y dedicó este reconocimiento a "mi familia y todo el equipo de trabajadores", además de a "todos los hosteleros de Extremadura". Según Efe, Eustaquio Blanco recibió la noticia de que al restaurante que él regenta le era concedida una de las Medallas de Extremadura 2007, en Zahara de los Atunes (Cádiz), donde pasa unos días de "descanso y días para cargar pilas". Dijo sentirse muy emocionado cuando recibió la noticia, porque "para mí, como extremeño, esto significa algo más que cualquier premio, es más que una Estrella Michelín, porque es un premio de los extremeños a un extremeño". Sus primeros pensamientos dijo que fueron dirigidos a su familia, pues "sin mi mujer y sin mis hijas no hubiera podido hacer nada", y aseguró que lo realizado "es una labor de todos, porque sin el valor humano de los trabajadores uno solo no puede seguir adelante". Por otra parte, Eustaquio Blanco manifestó su deseo de compartir el premio "con todos los hosteleros de Extremadura, y no para que me tomen como ejemplo, sino para que sigan aportando todo lo que puedan por la tierra y por sus productos". Recordó sus primeros pasos en la hostelería, "cuando comencé a viajar por toda España para aprender, y vi que Extremadura no era conocida; ha sido una labor ardua, pero hemos conseguido que esta región, gastronómicamente, esté a la altura de cualquiera".