El depósito de cadáveres de ganado en comederos de aves carroñeras permite abaratar la retirada y destrucción de animales muertos a los ganaderos, y proporciona alimento a las aves necrófagas, de las que el país posee la mayor parte de la población europea. Así se lo reconocen los expertos de la Fundación CBD-Hábitat y del Cuerpo Nacional Veterinario en un estudio publicado en la revista Retinta .

Los autores del informe aseguran que la retirada de los cadáveres de las explotaciones ganaderas con destino a los muladares autorizados es una "alternativa que permite reducir costes", ya que evita tener que trasladar los cadáveres a las plantas de transformación, en ocasiones muy alejadas de las fincas. Además, subrayan que estos restos son "una fuente de alimento primordial para las aves necrófagas", que en los últimos meses han aparecido en vertederos y núcleos urbanos ante los problemas para encontrar alimentación.

Según indican, con esta medida se puede contribuir a la conservación de especies como el buitre negro, con una importante población en la región.