La hidratación, la glucosa y los carbohidratos pueden determinar el rendimiento mental de los estudiantes. Los expertos explican que si no beben lo necesario disminuye su capacidad de memoria a corto plaza, las habilidades aritméticas, la concentración y la capacidad visual, provocando además malestar general. Por ello, aconsejan ingerir más de 2 litros diarios de líquido y prestar atención a la glucosa. Las bebidas con azúcar suponen un aliado perfecto ya que mantienen la atención y mejoran diversos aspectos como la capacidad de reacción, la memoria o el rendimiento intelectual. Los carbohidratos también cumplen una función básica en temporadas de gran esfuerzo.