La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) aboga por "replantear la función, el rol y las exigencias" de la normativa contra el consumo de drogas para abrir un debate sobre su eficacia e incentivar un marco legislativo adaptado a las necesidades de la sociedad actual.

Los programas y las normativas de prevención "tendrán que ser realistas" y modificar los conceptos sobre drogodependencia, teniendo en cuenta que el consumo de drogas "se ha convertido en un fenómeno social", destaca el director técnico de la FAD, Eusebio Mejías, y recoge la agencia Europa Press.

En su opinión, "muchas de las normas actuales, que son producto de cada circunstancia histórica, están teniendo una dudosa eficacia como elemento de regulación".

El debate sobre el marco legal "no tiene por qué implicar una modificación" de la normativa, sino la apertura de la reflexión, debido a que "algo está pasando" y "no hay nada perverso como una ley que no se aplica".

El director técnico de la FAD subraya que, por ejemplo, en España la norma prohíbe el consumo de alcohol en menores de 18 años, aunque con esa edad, "el 94 por ciento de los menores bebe". "Esto hace plantearse qué sentido y eficacia tiene una ley" que se cumple en un 6 por ciento.

"Los indicadores sobre el consumo de estupefacientes están anticuados y no se ajustan a la realidad actual", teniendo en cuenta que el sistema de seguimiento de la evolución del consumo de drogas es una herencia de la época del consumo de heroína en España.

Por su parte, el director general de la Fundación FAD, Juan Ignacio Calderón, presenta el documento Problemas de drogas aquí y ahora. La visión de la FAD, en el que se analiza la situación actual de los consumidores de drogas y surge a raíz de unas reuniones mantenidas en el último año con expertos de organizaciones prevención y tratamiento de adicciones.

Uno de los planteamientos, según Calderón, es el "cambio radical" experimentado en la sociedad española en el consumo de drogas desde hace 30 años, debido a que su consumo se ha convertido en un fenómeno social que necesita un diálogo entre la administración y la sociedad civil.

El informe de la FAD otorga a la educación un papel "fundamental", debido a que la formación debe realizarse "desde las edades más tempranas". Según Mejías, "las drogas no van a desaparecer", y los nuevos planteamientos no deben apostar por erradicar el consumo, sino en lograr, por ejemplo, una actitud crítica en los más jóvenes.

En su opinión, las campañas de prevención "no deben centrarse solo en la abstinencia, sino en objetivos reales".