Feliciano Vega Javier tenía 33 años estaba casado y con un hijo. Quienes lo conocían aseguran que era un buen chico y amigo de sus amigos. A pesar de que no residía en el pueblo de Moraleja era muy querido por sus vecinos puesto que siempre que sus responsabilidades en la Unidad Militar se lo permitía acudía al pueblo. El joven residía en Burgos junto a su mujer Eva y su hijo que apenas tenía un año cuando falleció de forma.