Los trabajadores de prisiones se concentrarán mañana a las puertas de los centros penitenciarios españoles, entre ellos los de Cáceres y Badajoz, para denunciar el incremento de agresiones a los funcionarios por parte de los internos y reclamar el incremento de las plantillas, que se cubran las vacantes y una mayor clasificación de los reclusos.

Bajo el lema #PrisionesSinAgresiones, los sindicatos Acaip, CC.OO. y UGT han convocado mañana media hora de paro, a partir de las once de la mañana, en el exterior de los centros penitenciarios, como preámbulo de las protestas que tienen previsto llevar a cabo a partir del 1 de septiembre, han anunciado.

De esta forma quieren llamar la atención sobre "las continuas agresiones" y lesiones graves que sufren los trabajadores penitenciarios y que en 2017 se incrementaron un 60 % con respecto al año anterior.

De hecho según los datos de los sindicatos convocantes, entre 2015 y 2016 se produjeron 934 agresiones a trabajadores de Instituciones Penitenciarias y en 2018 "en el interior de las cárceles se denuncia una agresión cada día".

Según manifiestan los delegados de Acaip, CCOO y UGT, en el centro penitenciario de Cáceres el número de denuncias por agresión física en lo que llevamos de año han sido cinco, tres de carácter grave en los dos últimos meses, a lo que habría que sumar un incontable número por insultos, vejaciones o amenazas.

El hecho más grave el de la compañera que sufrió una agresión por parte de un interno que ya había agredido anteriormente a otros dos compañeros, interno que por trayectoria penal y penitenciario no deberá estar en este centro al igual que otros muchos internos.

Recuerdan que el establecimiento penitenciario de Cáceres cuenta con un total de 475 internos y que en la plantilla de funcionarios de vigilancia existen en la actualidad 60 vacantes.

Solo en el centro penitenciario de Dueñas (Palencia), con más de 800 internos, una gran mayoría de perfil conflictivo o muy conflictivo y muchos de ellos politoxicómanos y con diversas enfermedades mentales, se han producido en lo que va de año catorce agresiones físicas a trabajadores, cinco de las cuales causaron baja médica, y hay en la actualidad más de 50 vacantes de funcionarios de vigilancia.

Una situación que, según los sindicatos, es similar a la de otros centros penitenciarios donde se ha producido "un incremento de las agresiones en el último año".

Por ello piden que se resuelva "de forma urgente" el problema de las vacantes, que cifran en más de 3.400 en total, que se incremente la plantilla, que se mejore la clasificación de los internos y que se establezcan medidas de prevención de riesgos laborales que garanticen la seguridad y la salud de los empleados penitenciarios.

Según los sindicatos en los centros penitenciarios españoles hay un "15 % menos de efectivos" de los que debería haber y "las 831 plazas" anunciadas para la oferta de empleo público de 2018 son "insuficientes" para garantizar la "seguridad interior" de las prisiones.

Asimismo los accidentes laborales del personal penitenciario supusieron en 2017 un incremento del 30 % hasta los 1.186 según los datos del Congreso de los Diputados aportados por los sindicatos.