El nematodo produce la seca de los pinos y es una enfermedad causada por un invertebrado microscópico que mide menos de 1,5 milímetros y que está considerado el organismo más peligroso para los pinares a nivel mundial. La única forma de control ante el nematodo es la prevención, puesto que no existen productos fitosanitarios que sean eficaces para frenar el desarrollo de la enfermedad o para curar un árbol enfermo.

Precisamente la detección de un foco de nematodo de la madera del pino (Bursaphelenchus xylophilus) en un árbol situado en el término municipal Lagunilla (Salamanca) ha obligado a la Junta de Extremadura a establecer una zona demarcada que afecta a 29 localidades del norte de Cáceres.

El 13 de julio, la Junta de Castilla y León, a través del Ministerio de Agricultura, notificó al Ejecutivo extremeño la presencia en su ámbito territorial del organismo nocivo en un árbol situado en el término municipal de Lagunilla. Castilla estableció una zona demarcada de 20 kilómetros de radio alrededor del árbol infestado por el nematodo de la madera del pino, con una vigencia temporal mínima de cuatro años y adoptó medidas fitosanitarias de erradicación del referido organismo nocivo dentro de su ámbito territorial.

Dicha demarcación de 20 kilómetros de radio en torno al árbol infectado afecta también a Extremadura, sobre todo al Valle del Ambroz y, en menor medida, a Tierras de Granadilla y Sierra de Gata, dentro del norte de la provincia de Cáceres.

En este sentido, la Dirección General de Agricultura y Ganadería ha establecido, con una vigencia mínima de cuatro años, una zona demarcada por el nematodo de la madera del pino, en 29 términos municipales cacereños, según publicó ayer el Diario Oficial de Extremadura.

En dicha zona se ejecutarán todas las medidas de erradicación preceptuadas en el artículo 6 y anexo I de la Decisión 2012/535/ UE de 26 de septiembre. Especialmente, se acometerá la tala y procesado mediante tratamiento autorizado de la parte aérea de todas las plantas de especies sensibles que presenten decaimiento, con recogida de muestras y análisis en el laboratorio dependiente de la Consejería de Medio Ambiente.

El plazo para ejecutar esta labor será de forma inmediata si los árboles con decaimiento aparecen del 1 de abril al 31 de octubre, siempre que no exista riesgo alto de incendio, y hasta el 1 de abril del año siguiente si aparece fuera de este período.