Otra de las conclusiones que arroja el informe presentado ayer es el "papel determinante" que tienen las familias en la educación de sus hijos, según explicó la consejera Trinidad Nogales. "Tal y como venimos defendiendo desde la Consejería de Educación y Cultura, son agentes necesarios para conseguir el éxito educativo y ésa es una meta que comparte toda la comunidad educativa", reseñó.

El informe también analiza el contexto social, económico y cultural y su relación con los resultados. En líneas generales, el alumnado que obtiene puntuaciones por encima de la media es aquel que dedica menos de una hora a jugar con videojuegos-ordenador y menos de dos horas diarias a ver la televisión.

También quienes se conectan menos de una hora diaria a internet en el caso de Primaria y menos de dos horas diarias en Secundaria, leen libros más de una hora diaria, realizan durante más de una hora diaria actividades extraescolares y salen o juegan con amigos menos de dos horas diarias. Se constata además que el nivel alcanzado por el alumnado en las competencias evaluadas es mayor cuanto más elevado es el nivel educativo, principalmente de las madres.

TRABAJADORES Teniendo en cuenta todas las variables, se podría concluir que el alumnado que tiene puntuaciones por encima de la media responde al perfil de que reside en una localidad de más de 5.000 habitantes, pertenece a una familia de uno o dos hijos, no ha repetido curso en su trayectoria académica, dedica más de media hora diaria a realizar tareas escolares y recibe poca o ninguna ayuda de la familia a la hora de realizar esas tareas.

Este alumnado con más puntuación procede de familias para las que leer es una actividad importante en su casa, les gusta pasar su tiempo leyendo y hablar de libros y consideran importante el hábito lector. Además, su familia tiene como expectativa que alcance como titulación un ciclo formativo de grado superior.

Ambos progenitores alcanzan un nivel de estudios como mínimo de Bachillerato y son profesionales cualificados; los alumnos poseen ordenador, conexión a internet, habitación propia donde realizar las tareas escolares y estudiar y mesa de estudio. El hogar cuenta con más de 50 libros y la familia dedica al menos entre una y cinco horas semanales a la lectura.