Debe prevalecer el derecho de los autores o el derecho de los ciudadanos a acceder a obras culturales en internet? ¿Se encontrará el equilibrio para que se respeten unos y otros? Con el objetivo de vislumbrar una solución, Agora, el debate peninsular acogió ayer una mesa redonda sobre Derechos de autores vs derechos de internautas , dentro del curso En la red. Propiedad intelectual y nuevas tecnologías con defensores de ambas posturas.

De una parte el expresidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y el catedrático de Ciencias de la información portugués Antonio Fidalgo, defendieron el acceso libre a los productos digitales y se mostraron en contra de que se criminalice o persiga a aquellos que lo hacen.

En el lado opuesto, los argumentos de Eduardo Bautista, presidente del consejo de dirección de la Sociedad General de Autores (SGAE) y Rui Negrao, de la Sociedad Portuguesa de Autores, que han reivindicado el derecho de los creadores a recibir una compensación por su trabajo como cualquier otro ciudadano.

Para Ibarra, perseguir a aquellos ciudadanos que acceden a páginas relacionadas con el ocio (un 65% de los internautas, según estimó) no es contribuir a los intereses del conjunto, sino que el efecto que produce es que los usuarios "se retiren de esa tecnología". El expresidente extremeño consideró "absolutamente falso" que las descargas puedan acabar con la creatividad, instó a la industria a que no dé excusas y sugirió que lo que debe hacer es "repensar" la propiedad intelectual y adaptarse al cambio con nuevas fórmulas.

Para Eduardo Bautista en cambio, "si las sociedades de autores no existieran habría que inventarlas" porque --defendió-- juegan el mismo papel que los sindicatos. El presidente de la Sociedad General de Autores abogó por encontrar una solución a este conflicto reconociendo la aportación cívica y social de los creadores y decidir cómo se remunera sin coartar el derecho de otros.

Bautista ha incidido en que no son contrarios a las descargas en páginas legales, pero no están dispuestos a que se menoscabe el derecho de los autores a poner precio a su trabajo como hace cualquier obrero.

DE LA MANO Otra de las invitadas de Agora en el curso de ayer fue la directora institucional de Google España y Portugal, Barbara Navarro, quien defendió que la propiedad intelectual y la explotación de nuevos modelos de negocios creados con internet deben ir de la mano en una norma jurídica y no tratarse de forma aislada porque se dificultaría el avance de esos negocios que emergen.