La Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía continúa trabajando para que los nuevos regadíos de Monterrubio de la Serena y de Tierra de Barros, en Badajoz, lleguen a ser una realidad y por ello estudia las posibilidades de su financiación.

Así lo ha explicado el director general de Desarrollo Rural, José Luis Gil Soto, quien ha recordado que ambos proyectos tienen en común que son de iniciativa privada, si bien no parece que la rentabilidad económica sea la misma en ambos casos, se encargó de informar en el día de ayer el Gobierno extremeño.

El director general ha detallado que en el caso de Monterrubio la elevación del agua es de más de 300 metros, mientras que, por ejemplo, en Villalba de los Barros sería de unos 40, y esto encarece muchísimo los costes energéticos para la localidad pacense de Monterrubio.

Aun así, José Luis Gil Soto ha dejado claro que la Consejería de Agricultura ve en los regadíos de Monterrubio una "revolución social" para esa zona, y que por eso la Consejería sigue luchando por ellos y pide al Gobierno central que contribuya con el 50% del importe que se necesita para la obra, que necesitaría una financiación aproximada de un total de 72 millones de euros.

El caso de Tierra de Barros es diferente, pues cuenta con dos zonas diferenciadas según de dónde se tome el agua (embalse de Alange o embalse de Villalba), con unos costes de explotación mucho más bajos, lo que haría el regadío más rentable, aunque socialmente es menos necesario que en Monterrubio.

Gil Soto, que visitó las instalaciones de la Cooperativa Montevirgen en Villalba de los Barros, ha expuesto ante los socios de la entidad cómo se están desarrollando los trabajos encaminados a poner en regadío unas 15.000 hectáreas en Tierra de Barros.

PRIMERA FASE El director general ha incidido en que está concluida la primera fase, en la que se ha "dibujado sobre el parcelario las parcelas cuyos propietarios han manifestado que quieren empezar a regar".

Esta fase ha arrojado un total de unas 24.000 hectáreas, que suponen una zona "lo suficientemente homogénea como para poder definir ahora cuál será la zona regable", ha afirmado Gil Soto, quien ha añadido, además, que "las tierras que se van a regar serán aquellas cuyos costes de explotación futuros sean más bajos y rentables".

Finalmente, el responsable de Desarrollo Rural del Gobierno extremeño ha aclarado que aún es prematuro determinar cuál es el coste va a tener el regadío de Tierra de Barros sin que se haya delimitado aún la zona regable.

No obstante, Gil Soto ha barajado una cifra próxima a los 8.500 euros por hectárea en cuanto a lo que se refiere como importe total de la obra (que tendría que ser financiada al 50% por los regantes y por la Administración), y unos costes de explotación de unos 200-230 euros por hectárea.