Si importante es el donante, no menos lo es su familia, que tiene la última palabra y expresa la voluntad del fallecido. Por eso, Julia del Viejo subrayó ayer que "las familias tienen el derecho a ser informadas y el profesional sanitario el deber de informar" y destacó: "Hay que atender la demanda psicológica y física de la familia que espera horas hasta que acaba la extracción".