Los últimos 20 años han sido claves en el despegue económico de la región, un periodo en el que la comunidad extremeña ha tenido un importante desarrollo industrial apoyado en la apertura exterior de la economía española en su conjunto. Así lo pone de manifiesto el libro 20 años de industria en Extremadura (1983-2003) , del periodista y director de la revista Caudal Extremadura , Francisco Cortijo, en el que se realiza un análisis de la realidad empresarial e industrial de la región.
El trabajo de Cortijo señala que entre 1939 y 1955 la industria extremeña se reducía básicamente a un centenar de pequeñas harineras, fábricas, 500 almazaras de aceite y orujeras, un millar de bodegas familiares, 16 alcoholeras e industrias preparadoras del corcho, una situación que cambió a partir de la década de los 70.
En esos años, según cuenta el periodista, surgió un grupo de pioneros industriales que abrieron nuevos negocios emergentes en la región ajenos al sector primario y agrario (JOCA, Inquiba, Reco, Hermanos Núñez, Nanta Extremadura, Catelsa Cáceres, Pitarch, Gallardo, Industrias Burmar, Imedexsa, Diter o Arrocerías Dorado, entre otros), que iniciaron un proceso que ha llevado unos años después a que la región esté presente ya en sectores muy diversos.
NUEVOS PROYECTOS
El libro destaca que el Producto Interior Bruto extremeño ha pasado de los 8.337 millones de euros en 1995 a los 13.646 millones en el 2002, y que en la actualidad están en marcha importantes proyectos industriales extremeños y foráneos, como la mina de níquel de Aguablanca de Río Narcea Gold Mines, la mayor planta embotelladora del suroeste europeo de Nestlé en Herrera del Duque, la planta de productos ibéricos de Argal en Fregenal o la cementera de Alconera del Grupo Gallardo.
Cortijo también realiza en el trabajo una radiografía de la empresa extremeña y su futuro en el mercado exterior, así como un análisis de la agroindustria, el sector del turismo y el papel de las cajas de ahorro en el desarrollo de la comunidad.
De igual forma, incide en el avance en las comunicaciones y el lugar estratégico que ocupa Extremadura en el triángulo formado por Madrid, Lisboa y Sevilla.
