FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO 1965, EN HERNANI (GUIPUZCOA)

PROFESION ESTUDIO FILOLOGIA HISPANICA Y VASCA. ES TRADUCTORA

TRAYECTORIA PRESIDE DESDE HACE TRES AÑOS LA FUNDACION VICTIMAS DEL TERRORISMO. FUE DIPUTADA EN EL PARLAMENTO VASCO Y CONCEJAL POR EL PSE

Esperanzada pero prudente. Así se muestra Maite Pagazaurtundúa respecto al futuro vasco. Cree que ETA camina irreversiblemente hacia su desintegración, pero aún puede hacer daño. Además, señala que las heridas en la sociedad vasca tardarán en curar.

-- ¿El escenario tras el 9-M propicia el acercamiento PSOE-PP en materia antiterrorista?

--No me gusta hacer pronósticos en política, pero está claro que ese acuerdo es lo más conveniente para la sociedad española. Quien lleva el liderazgo social debe ser capaz de evitar la enorme acritud de los últimos años. De todas formas, dentro de muy poquitas fechas veremos exactamente cual es el carril en el que comienza la vida parlamentaria española y eso nos va a marcar las directrices fundamentales. Los elementos objetivos creo que marcan un enorme cansancio y desgaste de todos aquellos que han estado en una pelea muy dura en los últimos años y de una sociedad que desea que sus representantes políticos sean más capaces de consensuar los grandes temas de Estado.

--¿Interpreta la subida del PSOE en el País Vasco como un rechazo al Plan Ibarretxe?

--Algo de eso hay. Por una parte los líderes nacionalistas de ahora no tienen la capacidad de liderazgo que tuvieron otros antes. Por otra, creo que cuando la historia estudie los periodos de mandato de Ibarretxe se verá que ha sido seguramente el peor lehendakari. Es un hombre que se ha fijado en todo aquello que desunía a la sociedad vasca, en lugar de trabajar en algo tan importante como que él se convirtiera en el líder para hacer frente a los terroristas que amenazan con el miedo la convivencia todos los días.

--¿El asesinato de Isaías Carrasco ha podido tener también un coste electoral para el PNV?

--No. Lo que ha podido premiar por primera vez es el esfuerzo tremendo que los partidos no nacionalistas en el País Vasco hacen para estar en política. En todo caso, en el pasado nunca había ocurrido algo así porque a Enrique Casas lo asesinaron también durante una campaña electoral, ha habido más asesinatos de políticos en campaña. Pero quizá poco a poco la sociedad vasca va madurando más y va viendo que hay políticos que son muy valientes, que ser concejal como ha sido Isaías era una cosa de pura valentía personal.

--¿Es real la impresión que se tiene de que existe una gran desunión entre las víctimas?

--Creo que es algo coyuntural. Cuando se pregunta a cada una de las víctimas qué es lo que desea, qué es lo que cree que es de justicia, dicen cosas parecidas. Todas buscan dignidad, ser entendidas y arropadas cuando lo necesitan, todas están contra la impunidad. Lo demás viene por unas circunstancias que todo lo han invadido. Espero que se vaya diluyendo con tranquilidad.

--¿Cuál cree que va a ser la actitud de ETA a partir de ahora?

--ETA puede matar, puede hacer barbaridades. Sus activistas son cada vez más mostrencos, más brutos. Ahora bien, su capacidad de poner contra las cuerdas al Estado no es real, y además la sociedad, la Administración y las fuerzas de seguridad están cada vez más preparadas para hacerles frente. Ha mejorado la eficacia policial y judicial, la asistencia a las víctimas, la propia visualización de la sociedad vasca de que hay víctimas. Cada vez es más difícil la labor terrorista de causar dolor y el enredar con la propaganda. Van hacia la decadencia, hacia la degradación.

--¿Ve un futuro donde ETA no esté en el debate político y social vasco?

--Eso llevará su tiempo, porque la sociedad vasca padece muchas secuelas de miedo, de propaganda que ha insensibilizado a parte de la ciudadanía sobre el acoso a los no nacionalistas, donde muchas conciencias se han abotargado, hay mucho por hacer. Pero hay indicios que marcan una dirección a mejor. En todo caso, también hay que decir que ETA no es la única manifestación de terrorismo y fanatismo, tenemos otra incipiente, con lo que la pelea por la libertad sigue siendo algo de este siglo.