Hace casi un año que asumió la delegación territorial de la Aemet en Extremadura, una profesión, la de meteorólogo, de la que dice ser un apasionado. Marcelino Núñez Corchero (Mérida, 1962) se licenció en Física por la Uex. Hasta su nombramiento como delegado territorial, trabajó en Badajoz como jefe de la Unidad de Estudios y Desarrollos. Ha dirigido varios proyectos relacionados con el clima de Extremadura o la radiación solar.

--¿Le molesta que le digan que es el hombre del tiempo en Extremadura?

--No, porque trabajo en eso. Pero no solo soy yo; somos un equipo de 30 personas y todos somos necesarios, aunque yo soy el que doy la cara en los medios de comunicación y representa a la institución.

--Han pasado muchos años desde que Mariano Medina ofrecía la información meteorológica. ¿Cree que los ciudadanos tienen ahora otra percepción y se fían más de los profesionales del tiempo?

--Creo que sí. La ciencia meteorológica ha avanzado desde aquellos años en los que el ilustre profesor dejó su impronta, aunque no era la mejor época para la meteorología. Hoy en día hemos avanzado mucho en cálculo numérico, en la observación del planeta a través de satélites, con radares, con métodos de detección al instante y los ordenadores son mucho más rápidos a la hora de hacer los cálculos numéricos. Por todo ello creo que la percepción de la sociedad ha cambiado y espero que a mejor.

--Además hay una buena cantera de meteorólogos.

--Hay mucha afición y como es una cosa que interesa a todo el mundo porque es el medioambiente en el que nos movemos, hay un aluvión de aficionados. Y a nosotros nos encanta que sea así.

--¿Cómo está Extremadura en cuanto a avances tecnológicos?

--Tenemos aparataje de última generación. Hay 50 estaciones automáticas que comunican cada diez minutos la observación en estos puntos. Además, tenemos un radar en Cáceres que nos permite medir cada cinco minutos la precipitación que está cayendo en la región. Y a estos medios hay que unir los que hay a nivel nacional e internacional, que ofrecen gran fiabilidad.

--Pero ustedes nos asustan algunas veces cuando prevén una climatología adversa. ¿Es por aquello de que es mejor prevenir que curar?

--Quizá sea un problema de comunicación a la hora de utilizar términos técnicos, pero nosotros tenemos dos "enemigos" a la hora de ofrecer la predicción de fenómenos adversos: por un lado, cuando llega uno que no teníamos previsto, lo cual no nos gusta; pero tampoco nos gustan las falsas alarmas. No nos pronunciamos siempre por alarmar y por si acaso no ocurre, nos quedamos tranquilos. No, porque eso está tan lejos de la predicción exacta como el otro extremo.

--Y cuando no se cumplen esas predicciones reciben numerosas críticas...

--A veces pueden tener razón, porque no somos perfectos. La predicción cada vez está más avanzada, ofreciéndola a más largo plazo y cada vez más fiable. Pero tenemos claro que la naturaleza no la dominaremos nunca y que algunos fenómenos alguna vez se nos escaparán.

--Viendo lo que ha llovido en las últimas semanas, ¿cómo prevén que sean la primavera y el verano?

--En la primavera, las precipitaciones estarán en valores normales. Hemos tenido un marzo de récord desde que tenemos predicciones, pero creemos que en abril y mayo volverán a valores normales tanto en lluvia como en temperatura. Para el verano aún no tenemos unas previsiones claras.

--¿De quién es culpa de que el mundo esté loco meteorológicamente hablando?

--El cambio climático es culpa un poco de todos. En los últimos 50 años está cambiando el clima, estamos calentando el planeta y se están produciendo precipitaciones en el área mediterránea de menos días, pero más intensas. Pero en descarga de todo podemos decir que cuando cae por ejemplo una granizada, al instante tenemos a través de las redes sociales fotos e información de lo que ha ocurrido, algo con lo que antes no contábamos.

--¿Son fiables las personas a las que cuando les duele algo vaticinan que el tiempo va a cambiar o es pura casualidad?

--Eso tiene una explicación científica. Los cartílagos y huesos están hechos de una materia que no es totalmente compacta y se ven afectados por la humedad del ambiente. Cuando viene un periodo muy húmedo, las personas mayores dicen que les duelen más los huesos. En ese apartado sí hay que darle la razón, porque tiene una explicación científica.

--Ha trabajado como observador aeronáutico. ¿Cuál era su misión?

--Lo que hacemos es observar el tiempo y medir unas variables especiales y concretas para facilitar el vuelo de aeronaves. Pero los cálculos son los mismos que hacemos en la agencia en Extremadura.

--¿Cree que la gente está concienciada de los problemas que ocasiona el exceso de radiación solar y toma el sol con más precaución?

--No estoy muy seguro. Mi percepción personal es que hay mucha gente que todavía toma el sol sin protección. La piel es un órgano que recuerda las quemaduras toda la vida y que un joven que se queme todos los veranos un par de veces, al final es muy probable que tenga problemas. Entre todos hay que convencer a la gente de que el sol en exceso puede hacer mucho daño y que no se puede estar toda la tarde al sol sin protección.

--Su antecesor en el cargo dijo que se marchaba sin haber logrado que Extremadura tuviera una unidad de predicción propia. ¿Hay ya algún proyecto en este sentido?

--Los planes que hay ahora son los de reagrupar unidades para ser más efectivos, con lo que a nivel nacional quedarán cinco o seis. La agencia tiene una unidad de negocio que lo que pretende es reagrupar los recursos humanos, que cada vez son menos, para que el trabajo pueda hacerse de manera eficaz. Y desgraciadamente esa idea no casa con tener en cada región gente que haga de todo. En cada delegación tenemos unos especialistas y la agencia funciona luego como un todo y cuando necesitamos algo concreto se lo pedimos a la delegación experta en ese ámbito. Si por ejemplo nosotros estamos especializados en productos agrícolas, si lo quieren desde Galicia, pues se lo proporcionamos.