Se acerca el invierno y la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) vuelve a centrar todos sus esfuerzos en la lucha contra el camalote. Más de 300 operarios y 32 embarcaciones participarán este invierno en las labores de extracción de la planta invasora, a los que se sumarán 120 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que comienzan a trabajar mañana mismo. La previsión es actuar en 11 tramos diferentes del Guadiana que afectan a 18 municipios: Badajoz, Esparragalejo, Valdetorres, San Pedro de Mérida, Puebla de la Calzada, Don Benito, Montijo, Medellín, Lobón, La Zarza, Guadajira, Villagonzalo, Talavera la Real, Mérida, Barbaño, Villanueva de la Serena, Don Álvaro y Olivenza.

Los alcaldes de estas localidades se reunieron el pasado mes de septiembre con la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, y el presidente de la CGH, Samuel Moraleda, para conocer de primera mano el plan de actuación, que consta de varias fases: extracción en verde; extracción en pardo (con bajas temperaturas); preeliminación y por último, vigilancia y alerta temprana, cuando el cauce del río ya está limpio.

La primera de ellas, que es la que se desarrolla ahora, comenzó en octubre y finalizará en febrero. Consiste en la extracción de la planta en verde, cuando aún está viva y puede reproducirse. Además de los efectivos de la UME, la CHG tiene previsto incorporar a cien nuevos trabajadores al principio y otros 200 en el momento de mayor intensidad de recogida. Para ello contará con un presupuesto de 3,5 millones de euros.

Estos equipos deberán limpiar 70 kilómetros de río que se encuentran cubiertos de «una gran cantidad de camalote», si bien se aleja el riesgo de entrada de esta planta invasora en tierras portuguesas y las previsiones de limpieza son «muy optimistas».

Según informa la Delegación del Gobierno, las labores de retirada arrancarán este mismo lunes. Los 120 efectivos de la UME trabajarán en el badén de Valdetorres, aguas abajo en dirección a Mérida, y los operarios de la CHG y la empresa pública Tragsa harán lo propio en el tramo comprendido entre el badén de Torremayor y el badén de Talavera. Al comenzar los trabajos en noviembre, se aprovecha la vida natural de la planta, «que entra en parada vegetativa», por lo que es el mejor momento para retirarla de forma masiva.

La CHG detalla que a medida que bajen las temperaturas se intensificarán los trabajos de limpieza integral del río en los tramos pendientes, manteniendo siempre la inspección de aquellos sin presencia aparente de la planta. Una vigilancia que «se está reforzando y que durará varios años». Para ello se utilizan medios terrestres, aéreos (vuelos y drones) y también sistemas de teledetección, para ver el estado de la invasión biológica.

Cabe destacar que durante estos últimos meses, con el aumento de temperaturas y puesta en actividad vegetativa plena de la planta, la actuación de la CHG se ha centrado en la vigilancia y control de los subtramos del río sin presencia aparente de camalote, así como en el control y defensa de los puntos estratégicos y las infraestructuras.

Tras estos trabajos de «preerradicación», hay varios tramos que se encuentran libres de la especie invasora: Villanueva de la Serena, playa de Medellín y badén de Valdetorres, a los que se suman los 35 kilómetros de los tramos inferiores que incluyen la zona urbana de Mérida, el embalse de Montijo y todo el río aguas abajo del badén deTalavera, pasando por Badajoz y hasta el embalse de Alqueva.