Preocupación e inquietud entre alrededor de medio millar de trabajadores que el Grupo DIA tiene en Extremadura. La compañía anunció la semana pasada que llevará a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a 2.100 empleados de la plantilla de España y Portugal. La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los cientos de los trabajadores en la comunidad, especialmente entre los que trabajan en establecimientos propios del grupo (también tiene en la región tiendas franquiciadas a las que este ERE no les afectará) así como entre aquellos empleados del almacén central que el grupo tiene en Mérida. El impacto en cada comunidad se prevé conocer la próxima semana cuando se reúna por primera vez la mesa negociadora del ERE.

La empresa, según informó la semana pasada, lleva a cabo este proceso de despido coletivo tras constatar unas pérdidas de 352 millones de euros en el ejercicio 2018, que contrastan con los 101 millones de beneficio de un año antes. La firma asegura que atraviesa una difícil situación desde el año pasado, que se agravó en el último trimestre después de empeorar sus previsiones para el cierre del ejercicio y de encontrar errores en sus cuentas del 2017, lo que derivó en su hundimiento en bolsa.

«Entre los trabajadores hay mucha preocupación tras el anuncio, estamos a la espera de que nos den más información y vamos a intentar minimizar la cifra de salidas y que sea lo menos traumático posible», apunta Tina Tarriño, responsable de la Federación de Servicios de CCOO, que junto a Fetico son los sindicatos mayoritarios.

Según CCOO, en la región DIA no supera los 450 empleados, aunque desde el grupo señalan que tienen en Extremadura 849 empleados en 49 tiendas propias más el almacén central que está ubicado en Mérida. A estos hay que sumar otro 519 trabajadores de los franquiciados de DIA, que suman otras 145 tiendas en Extremadura. El grupo informa, además, de que el año pasado invirtió más de 34 millones en la compra a proveedores de la comunidad extremeña.