Solicitar una hipoteca y conseguirla o no es un indicador que permite saber si lo peor de la crisis ha pasado o, por el contrario, aún está lejos. Los datos del año 2010 abogan más bien por este segundo caso. Y es que, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el pasado año se firmaron en Extremadura 1.200 hipotecas menos que en el 2009 (una media de 3 menos cada día), una cantidad que alcanza las 10.600 menos si se retrocede al inicio de la recesión económica en el 2007. Ese desplome es generalizado en toda España, pero es más significativo en la comunidad extremeña si se tiene en cuenta que aquí, junto a Galicia y La Rioja, se registran las hipotecas más bajas del país.

Así, el pasado año el importe medio ascendió a 101.500 euros (13.000 menos en un año), mientras que en España se situó en 127.770 euros (10.000 menos en un año). Esa caída de los préstamos hipotecarios se centra en la vivienda, sector que vió como el pasado año se constituyeron casi 400 hipotecas menos en la región para cerrar 13.133 de un total de 21.172 hipotecas suscritas (1.811 para fincas rústicas, 1.144 solares y 5.084 de otro tipo). Este descenso se repite en toda España, donde el pasado año se firmaron casi 126.500 menos, 45.000 relativas a viviendas.

El importe de todas estas operaciones en la comunidad extremeña alcanzó los 2.148,8 millones de euros el pasado año, 410 menos que en el ejercicio anterior y casi 1.600 menos durante la crisis. La mayor parte de esos préstamos hipotecarios (1.185,5 millones) fue para comprar una vivienda. Otro dato significativo es que el pasado año se cancelaron 11.507 hipotecas, frente a las 10.376 en el 2009, las 11.904 en el 2008 y las 12.777 registradas al estallar la recesión económica.

A nivel nacional, el número de hipotecas constituidas sobre viviendas bajó un 7,4 % en 2010, hasta situarse en 605.172. La caída se ha moderado, pero con éste son ya cuatro los años en los que este indicador registra tasas negativas en España.