Concluyó, con el encierro de trabajadores y trabajadoras de la mina de Aguablanca en los altos del mercado de abastos de Monesterio, una jornada maratoniana que se inició esta mañana, a las diez y media de la mañana, momento en el que comenzó una reunión de la mesa mediante la que la empresa pretende extinguir todos los puestos de trabajo de la explotación minera tras su anuncio de cierre. A esta reunión, en la que participaron el comité de empresa, miembros de las federaciones de industria de UGT y CCOO, así como representantes de la empresa minera, le siguió una multitudinaria asamblea de trabajadores, en la cual se decidió incrementar las medidas de protesta, con un encierro indefinido en dependencias municipales de Monesterio.

El lugar elegido han sido los altos del mercado de abastos, en el Paseo de Extremadura, donde sobre las 20,30 horas de la noche han comenzado a llegar trabajadores y trabajadoras, así como familiares, amigos, e incluso el alcalde, Antonio Garrrote, para testimoniar con su presencia “el apoyo incondicional” con quienes ven peligrar sus puestos de trabajo. Si bien en un principio estaba previsto que iniciaran el encierro exclusivamente una decena de trabajadores pertenecientes al comité de empresa, poco a poco han ido sumándose más compañeros y compañeras. El encierro está abierto a todos, y las puertas del edificio permanecerán abiertas a los vecinos y vecinas de las localidades afectadas, colectivos y representantes de instituciones “que quieran pasar a mostrar su apoyo solidario” con quienes ven con temor como se cumplen los plazos para su despido.

Saturnino Lagar, de la federación de industria de CCOO ha explicado que la reunión con la empresa “ha sido más de lo mismo”. Los representantes de los trabajadores se niegan a negociar con el actual interlocutor, pues “es el mismo con quien negociamos el ERTE (Expediente Temporal) hace cuatro meses, que finalmente ha resultado ser un engaño”. Ese es precisamente ahora el objetivo de las centrales sindicales. Que se respete ese acuerdo, por el que los trabajadores regresarían a su puesto de trabajo a principios de mayo, con lo cual “se dispondría de tiempo suficiente para dar una salida digna a los trabajadores”; manifestaba Leocadio Núñez, de UGT, a la salida de la reunión.

La siguiente cita con la empresa está prevista para el próximo día 25. A esa reunión, previsiblemente acuda un mediador solicitado por la multinacional, para que intervenga entre las partes. La empresa habría solicitado la intermediación de la Fundación de Relaciones Laborales de Extremadura; -entidad que otorga personalidad jurídica y soporte administrativo al sistema de solución extrajudicial de conflictos laborales-. Los representantes sindicales presentarán en esta reunión un informe económico, con el que desmontar ante este delegado la “injustificada decisión de cierre”.

A las seis y media de esta tarde se reunió en las dependencias de la mina la asamblea de trabajadores, quienes mostraron su acuerdo con el planteamiento realizado por el comité. Se trata, explica el presidente del comité de empresa, Eloy Sánchez, “de seguir luchando por nuestra vida y la de nuestra comarca”. En la asamblea, los trabajadores han apoyado la decisión de iniciar un encierro indefinido, “en el que participen todos y no sólo el comité de empresa”, hasta que se consiga que la multinacional rectifique su decisión de cierre. Del mismo modo, los trabajadores siguen esperando que se pronuncie “la única administración que aún no lo ha hecho”, refiriéndose al Ministerio de Industria, para que “no permita que Lundin Mining se vaya de rositas dejando en el subsuelo casi cuatro millones de toneladas de níquel”.