Los consumidores podrán diferenciar con claridad los jamones, paletas y lomos que proceden de cerdos ibéricos alimentados de bellota, de los que no lo son, a raíz de la norma de calidad del ibérico aprobada el pasado 7 de febrero y que regulará este sector, que en la región tiene gran peso.

En la comunidad extremeña se producen alrededor de 1.200.000 cochinos al año, entre ibéricos y cruzados, de los que unos 350.000 son de bellotas, y el volumen de facturación ronda los 250 millones de euros.

El jefe del Area Funcional de Agricultura, Francisco López Habela, explicó ayer que la nueva normativa, que no se aplicará en su totalidad hasta el año 2006, permitirá "clarificar un mercado bastante confuso como es el del cochino ibérico" y evitará "la confusión en los consumidores e impedirá la competencia desleal", comentó.