Los oliveros se afanan desde hace meses en preparar la Pasión Viviente, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, que este año cumple la vigésimo octava representación.

Más de 80 actores principales y secundarios y varios centenares de extras que dan vida al pueblo, participan la noche del Jueves Santo y la mañana del Viernes Santo en la escenificación de los últimos días de Cristo en distintos espacios de la población. Como novedades, la Santa Cena, que se representa mañana desde las diez de la noche, estrena decorado en la misma escalinata de la iglesia parroquial. Los mercaderes del paseo de las Palmeras tendrán los puestos cerrados, pero concurrirán en torno al calor de las hogueras, como si pasaran la noche vigilando su mercancía. También el texto del monólogo de Cristo en la Oración en el Huerto ha cambiado, según ha explicado Francisco Manuel Hernández, secretario de la asociación cultural Agrupación Local Pasión Viviente, que aglutina a más de 500 socios.

El Viernes Santo será el día grande de la representación a partir de las doce de la mañana, que culmina con la Crucifixión en el cerro de la ermita de Nuestra Señora de Gracia. Los organizadores confían que el tiempo acompañe, ya que el Domingo de Ramos no pudieron salir.