La brecha digital en tiempos de pandemia se agiganta y Extremadura no está al margen. La Fundación Caja Extremadura, juntamente con Fundación Botín, acaba de poner en marcha el proyecto ‘El Desafío Social’ para reducirla en la región. Pilar García Ceballos-Zúñiga, su presidenta, nos explica sus pormenores y profundiza sobre otro proyecto solidario, ‘Contigo Más Cerca’, con Cruz Roja, cuya financiación procede de un fondo de inversión socialmente responsable de Liberbank.

¿Qué resortes han motivado la alianza entre la Fundación Caja Extremadura y Fundación Botín?

-El año pasado participamos en el foro Demos de la Asociación Española de Fundaciones, donde conocimos muchos proyectos, entre ellos uno muy interesante de la Fundación Botín que se llama Desafío de Talento Solidario. Nos contaron su experiencia y pensamos que traer este programa a Extremadura podía ser muy beneficioso gracias a su metodología. Desde la Fundación Caja Extremadura pensamos, además, que los proyectos que resultaran de este proceso pueden verse muy favorecidos por todo el entorno colaborativo que existe entre entidades, pues todas pertenecemos a un espacio común.

El Desafío Social nace para reducir la brecha digital ¿Se ha acrecentado esta en Extremadura a causa de la pandemia?

-La pandemia de covid-19 ha incrementado la brecha digital, no solo en Extremadura, sino en todo el país y me atrevería a decir que en todo el mundo. Cuando decidimos acometer este desafío y focalizarlo en la brecha digital en Extremadura, pensábamos siempre que había motivos suficientes para que se convirtiera en reto, pero a la vez en una oportunidad. Estamos en una sociedad hiperconectada, pero sabemos que estas conexiones (y es un fenómeno acelerado por la pandemia) no han llegado a todo el mundo. Por muchos motivos: falta de acceso a la red o falta de dispositivos. A veces, también es por falta de competencias digitales. Otro punto importante es que, si aceptábamos el reto de la brecha digital, éste afectaba a varios frentes: educación, zonas rurales y personas vulnerables. También creemos que en este proceso de transformación en el que estamos envueltos en el país, el tercer sector en su conjunto va a jugar un papel estratégico, garantizando que nadie se quede atrás. Finalmente, creemos que se abre una oportunidad para todos. Hay que sacar enseñanzas positivas de situaciones difíciles. Creemos que la transformación digital puede aportar nuevas formas de trabajo en el tercer sector, cambiar las formas atención a las personas más vulnerables y transformar el voluntariado.

El plazo de presentación de proyectos finaliza este lunes. ¿Cuál es el perfil que se persigue en la actual convocatoria?

-En convocatorias anteriores de la Fundación Caja de Extremadura siempre buscábamos un perfil de proyectos determinado. Ahora el Desafío Social no busca un perfil, sino ideas para reducir la desigualdad de la brecha digital en nuestro territorio. Estas ideas queremos enfocarlas a educación, innovación, fomento del aprendizaje, acceso a internet, dotación de equipos informáticos, telefonía y ciberseguridad. Nos preocupa mucho cómo podemos evitar el aislamiento. Puede ser una oportunidad para revitalizar ciertas zonas geográficas que estaban menos conectadas. Si se consiguiera generaríamos nuevas oportunidades de empleo, emprendimiento y potenciaríamos la economía verde y circular, así como la venta online. No podemos olvidar que buscamos ideas que nos ayudan a buscar iniciativas que favorezcan impidan exclusión social de colectivos más vulnerables.

Usted atesora una gran experiencia como directiva de una multinacional tecnológica. ¿Cuáles son las principales carencias de la región en el actual mundo interconectado?

-Tenemos que asegurarnos que tenemos acceso a las conexiones. Estamos hablando de la implantación del 5G y todavía hay zonas a las que no ha llegado aún el 4G. Además, todo el mundo debe tener acceso a un dispositivo para conectarse al mundo digital.

Hace escasas fechas que Liberbank ha lanzado su primer fondo de inversión socialmente responsable, para financiar un proyecto social de la fundación que usted preside ¿Cómo se ha diseñado es te producto financiero?

-El producto financiero ha sido desarrollado íntegramente por Liberbank. Creo, personalmente, que son condiciones muy interesantes porque es un producto financiero conservador y a la vez muy interesante en cuanto a beneficios. Lo importante es que tiene una repercusión directa en proyectos sociales de la Fundación Caja Extremadura. Nos transferirán una parte de los beneficios de estos fondos y con ellos hemos arrancado un proyecto a medio y largo plazo que se llama ‘Contigo Más Cerca’, ligado con la Cruz Roja de Extremadura. Esto irá evolucionando en el tiempo, pues estos fondos sociales no se constituyen para un momento puntual.

¿En qué consiste el proyecto ‘Contigo Más Cerca’ de Cruz Roja?

-Está focalizado a una problemática muy importante: tenemos en la región 200.000 personas que son mayores de 65 años, un 18% de la población. Se trata de una longevidad que sigue creciendo. En paralelo a este fenómeno se incrementa su vulnerabilidad y sobre todo su soledad. Queremos -junto a Cruz Roja y todos los fondos que recibamos- buscar soluciones innovadoras para solventar situaciones de soledad no deseada en la población mayor. Tenemos que cubrir sus necesidades y que no se sientan aislados o solos, especialmente con este panorama marcado por la brecha digital. Vamos a acompañarles, ayudándoles y dándoles soporte, mejorando su estado de salud física, pero también psicológica y emocional.

Los mayores sufren más que nadie la desconexión social ¿Es posible enseñarles a utilizar con garantías las TIC?

- Pasa con ellos como en todos los colectivos. Todos tenemos en general miedo a las cosas nuevas. Creo que sí, que se puede enseñar a los mayores a utilizar las tecnologías de la información, al menos en lo que son funciones básicas. Por ejemplo, la conexión con la entidad financiera, leer el periódico o hacer alguna compra online. Hay personas que tienen un rechazo natural a la tecnología. Pero creo que en general, sí, siempre respetando que habrá quienes no quieran hacerlo en ningún caso.

¿Se puede compatibilizar rentabilidad financiera y responsabilidad social?

No tengo ninguna duda. Y éste es un claro ejemplo de ello. No deja de ser un producto de una entidad financiera cuyos beneficios se comparten para una función social. En el mundo empresarial cada vez hay más ejemplos y ganas de apostar por aquellas empresas que son capaces de poner el foco en los objetivos ODS o lo que se conoce como ESG (Environmental, Social y Governance). Este es un ejemplo muy bonito, enfocado a Extremadura, en el que el banco lanza un producto con un claro beneficio social.