La plaga del camalote o jacinto de agua, una planta tropical invasora muy agresiva que en años anteriores cubrió grandes extensiones del río Guadiana y ocasionó pérdidas económicas y medioambientales, está este año "muy controlada", aunque siguen los trabajos de retirada y control para evitar nuevas "explosiones", según el ingeniero del Servicio de Aplicaciones Agronómicas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Nicolás Cifuentes, que ha dicho que la situación está bajo control. "Mucho mejor" de lo que se esperaba, ya que hay camalote pero está muy disperso y se retira a medida que aparece.

No obstante, ha puntualizado que, debido a que con las altas temperaturas hay más posibilidades de que estos meses se expanda por el río, se opera de una forma exhaustiva para evitar que haya "situaciones de explosión".