La cuarentena no les ha dado tregua. El correo postal, catalogado como servicio público universal, no se ha paralizado durante el estado de alarma y por tanto los carteros de Extremadura tampoco han interrumpido su actividad. Si bien es cierto que se han producido restricciones con los envíos de paquetería, su trabajo, considerado esencial, ha mantenido el mismo ritmo, la mayoría de él centrado en la distribución en la calle, y desde que se inició la crisis, ha sido el sector con la tasa de positivos más elevados del país con un 1,6, superado solo por el sector sanitario con un 4,8. En el conjunto del país se han contagiado 836 trabajadores y 2.000 se encuentran en cuarentena. En el caso de la región hay en la plantilla de Correos un millar de empleados, de los que, hasta la fecha, una decena han dado positivo en coronavirus, siete de ellos en la provincia cacereña, y 20 se encuentran en aislamiento domiciliario preventivo.

Es por esta razón que los sindicatos han hecho pública esta semana su denuncia sobre la situación. En Extremadura, la secretaria del sector postal de FeSP-UGT, Mercedes Ardila, ha puesto de relieve en un vídeo el «alto índice de contagios» en la plantilla de Correos y asegura que «estas cifras son el reflejo de los incumplimientos e los protocolos y las medidas de seguridad llevadas a cabo, la ausencia de medios de prevención en muchos centros y en muchas unidades durante las dos primeras semanas y la falta de aplicación de protocolos de desinfección». También el sindicato libre de Correos en Cáceres se ha hecho eco de esta situación y ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo de Cáceres debido a la instauración de un protocolo de prevención «incongruente» por parte de la Dirección Territorial de la zona 4 a la que pertenece la provincia.

En declaraciones a este diario, la portavoz lamenta la falta de reacción inmediata de la dirección de la empresa para prevenir los contagios al inicio de la crisis. «Al principio se redujo la actividad, se limitó la parte de paquetería, cuando se decretó el estado de alarma, no hubo previsión por parte de la empresa y las dos primeras semanas fueron un caos, no se respondía a las demandas y ahora está llegando el resultado de esas primeras semanas de cuarentena». En esa línea, critica también la falta de transparencia de la empresa porque los datos proporcionados de contagios a los sindicatos no están actualizados. Los últimos están fechados a 13 de abril.

Para los sindicatos, la situación es «insostenible» y ponen de relieve también que, al margen de las medidas de protección que han llegado en las últimas semanas a los centros, no se cumplen los acuerdos de rotación del personal para minimizar el impacto de la pandemia. «Se está exponiendo a los trabajadores, la plantilla está pasando de trabajar de días alternos a días continuos, hay que tener en cuenta que no solo los trabajadores son solo susceptibles de contagiarse, por nuestra capacidad de llegar a cualquier zona podemos convertirnos en transmisores del virus». Precisamente, para evitar toda posibilidad de contagio, Ardila incide en la necesidad de realizar test a los trabajadores para garantizar su estado de salud y el de toda la población.

VUELTA A LA NORMALIDAD / Por último, otra de las cuestiones que ha provocado el rechazo de los sindicatos es la propuesta de vuelta a la ‘normalidad’ por parte de Correos. «Nos han mandado un borrador un retorno progresivo y con los datos que tenemos, la propuesta demuestra que no tiene en consideración la salud de los trabajadores y volveremos a tener más contagios, ya no solo por nosotros, accedemos a todos los puntos urbanos y nosotros nos cubrimos y los ciudadanos son consecuentes en las entregas limitando la cercanía, pero hay que tener cuidado de volver a meter a toda la plantilla de nuevo», concluye mientras insta a ser prudentes en la desescalada.