Los precios que se pagan en origen por el aceite de oliva han arrancado 2020 entre un 20 y un 30% más bajos que hace justo un año, reflejo de una tendencia a la baja que se prolonga desde mediados de 2017. De esta forma se desprende de los datos recogidos ayer por los observatorios de precios Poolred e Infaoliva, que coinciden en la magnitud de la caída aunque apuntan a que esta varía ligeramente en función de las categorías.