J No siempre que las temperaturas durante el verano son especialmente elevadas puede hablarse de ola de calor, ya que normalmente en esta estación suelen alcanzarse temperaturas tanto mínimas y máximas relativamente altas. Se considera una ola de calor, según la Agencia Estatal de Meteorología, cuando se da un episodio durante al menos tres días consecutivos en los que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias en los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000. Los tres factores que determinan la intensidad de una ola de calor son las temperaturas alcanzadas, su duración y el territorio afectado. Además, hay otro concepto clave ligado con una ola de calor: episodio cálido, que se da cuando en una estación las temperaturas que igualan o superan su temperatura umbral durante al menos tres días consecutivos.