Las extremeñas adquirieron el pasado año 7.656 envases de la píldora del día siguiente --el complejo hormonal que sirve para evitar embarazos y que debe tomarse después del coito-- y en lo que va de año la demanda, según los laboratorios que la comercializan, parece haberse estabilizado, al contrario de lo que está ocurriendo en el resto de España, en donde estas empresas han vendido ya un 18% más. Y es que la demanda de los dos medicamentos que incluyen el principio activo levonorgestrel se ha disparado en todo el país en los últimos años --la píldora fue aprobada en marzo del 2001--. La consultora especializada en mercado sanitario IMS señala que en España el número de envases que se dispensaron en el 2003 fue de 317.670 --cada envase consta de tres pastillas y sirven para una vez--, aunque esta cifra podría ser superior al número de mujeres que han utilizado el medicamento, ya que los cálculos de los expertos indican que cerca de un 20% han consumido la píldora del día siguiente el mismo año en más de una ocasión.

Siete de cada diez cajas que se dispensaron en Extremadura fueron prescritas a través de los centros de orientación familiar. Es decir, de los 7.656 envases, 5.518 se recetaron en estos centros dependientes de la Consejería de Sanidad.

Las estadísticas reflejan que a nivel nacional las mujeres que más demandan la píldora tienen una edad entre los 20 y 24 años, algo que no ocurre en la región, ya que la franja de edad es menor. El perfil más común de las demandantes es el de una joven, en el 80% de los casos menor de 20 años, que suele acudir al centro sola, ya que algo menos de un tercio van acompañadas por su pareja o una amiga. El principal argumento para solicitar la píldora es que a su pareja se le ha roto el preservativo durante la relación sexual.

Curiosamente, sólo en las comunidades autónomas de Extremadura, Andalucía --que fue la primera en dispensarla gratis--, Baleares y Navarra la obtención de este medicamento es gratis a través de los propios centros de orientación familiar, las consultas de atención primaria o los servicios de urgencias. En el resto de comunidades las mujeres deben pagar la píldora poscoital.

Los expertos advierten de que estas pastillas no son un método anticonceptivo, sino una solución de urgencia que puede aplicarse hasta 72 horas después para evitar embarazos no deseados.

El tratamiento consiste en una combinación de hormonas que sirven para retrasar la ovulación o impedir, si ya se ha ovulado, que el óvulo fecundado se implante en el útero.