Un proyecto arqueológico que se lleva a cabo en la localidad cacereña de Hernán Pérez ha recuperado el dolmen de Pradocastaño (de entre los años 3.000-2.500 antes de Cristo), evitando su desaparición en una zona que podría albergar hasta doce estructuras megalíticas de este tipo.

En concreto, se trata de un dolmen de corredor largo, tipo almendrado, rodeado por una coraza o túmulo de piedras, con ortostatos de pizarra y granito y de tamaño considerable, en una zona de dehesa boyal de Hernán Pérez a las faldas de la sierra del Moro y cerca de la ermita de la Consolación. Estaría en la necrópolis megalítica más importante del norte de Cáceres junto con los dólmenes de Alcántara y que pretenden hacer visitable.

La zona podría albergar hasta doce construcciones de este tipo, frente a las ocho catalogadas por la Dirección General de Patrimonio, algo ya desactualizado, según expuso ayer uno de los directores del proyecto arqueológico Pradocastaño, Pablo Iglesias.

La iniciativa, que ya ha realizado tres prospecciones en los últimos dos años, busca atraer talento, recuperar el patrimonio y estudiar la prehistoria de la Sierra de Gata.

Estudiantes // La última campaña de excavación terminó la pasada semana, con una decena de estudiantes de la Universidad de Salamanca y la Complutense de Madrid, y ya se trabaja en el próximo trabajo arqueológico para el próximo año en esta necrópolis megalítica.

«El verdadero éxito de este proyecto es sin lugar a duda la recuperación y el mantenimiento del patrimonio. Ese dolmen de Pradocastaño no va a desaparecer ya, ese es el principal tesoro», dijo Iglesias pues, a su juicio, el dolmen «en cinco o seis años iba a desaparecer».

El proyecto, impulsado por el Ayuntamiento en 2012, está financiado por la Diputación de Cáceres y sirve, además, para luchar contra el despoblamiento de la zona, según apuntó el portavoz de la institución provincial, Álvaro Sánchez.

Además, el alcalde de la localidad, Alfonso Beltrán, destacó la importancia de este conjunto megalítico en la dehesa local, a la vez que lamentó la falta de apoyo de la Universidad extremeña.

Ya a principios de los años 80 hubo excavaciones en la necrópolis megalítica de Hernán Pérez que descubrieron un conjunto de ídolos y estelas en la zona y cuyas piezas se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, entre ellas un tesoro de monedas romanas.

El proyecto actual no descarta ampliar el yacimiento hacia el dolmen del Matón, estudiado en las excavaciones de los 80.