La región se ha convertido en el último año en un lugar de peregrinaje para miles de saharauis que desean recuperar la nacionalidad española que perdieron en 1976, cuando España abandonó las colonias del Sáhara Occidental, que pasaron a manos de Marruecos y Mauritania. Treinta años después, los saharauis acuden a empadronarse en los municipios cercanos a la capital pacense para gestionar sus permisos de residencia como españoles de origen, un trámite necesario para obtener de nuevo los papeles que les acrediten como españoles.

El por qué de la elección de Extremadura para tramitar los papeles se debe a dos razones, según aseguró ayer a este diario Inocencio Ramos, subdelegado del Gobierno en Badajoz, la estrecha relación que mantiene el pueblo saharaui con varios municipios de la provincia pacense y la rapidez con la que se realiza el trámite burocrático en la capital pacense. "Nosotros no tenemos tanta presión migratoria como puede tener la Administración en ciudades como Madrid, por lo tanto, todo es mucho más rápido para ellos", indica Ramos.

LA PROCEDENCIA Los saharauis proceden del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, de los campamentos de refugiados de Tinduf, en Argelia, y de Mauritania, principalmente, zonas con las que diversos ayuntamientos extremeños y asociaciones humanitarias de la región tienen estrechas relaciones desde hace muchos años.

Olivenza, Villar del Rey, Montijo y Alburquerque son cuatro de los municipios en los que más saharauis se han empadronado en los últimos meses. "Ahora vienen menos que antes, pero todavía llegan bastantes", sostiene Ramón Rocha, alcalde de Olivenza, quien asegura que actualmente "hay unos 50 o 60 saharauis en el municipio esperando a tramitar los papeles".

El edil oliventino reconoce que este fenómeno se produce desde hace más de un año y en mayor medida en las poblaciones cercanas a la capital pacense. "Ellos vienen y alquilan una vivienda para empadronarse. Durante un tiempo realizan sus gestiones y luego se marchan, porque lo que quieren es obtener la nacionalidad que perdieron", advierte Rocha.

Algo en lo que también incide Ramos. "La gente debe saber que se trata de personas que lo que pretenden es recuperar la nacionalidad y la mayoría se vuelve a su hogar". Todos llegan a Extremadura con sus viejos libros de familia y sus documentos de identidad anteriores a 1976.

Según publicaba ayer El País , los saharauis que nacieron en el Sáhara antes del 26 de febrero de 1976, fecha en la que España abandonó sus colonias, tienen derecho a una autorización de residencia permanente, un documento esencial para solicitar la nacionalidad española.

Esta autorización les permite residir y trabajar en cualquier lugar del país durante cinco años y sus hijos pueden obtener permisos similares de un año, prorrogables a cinco. Sólo en doce meses, la Subdelegación del Gobierno en Badajoz ha concedido 1.660 permisos y rechazado 714 solicitudes, tras realizar una verificación del país de procedencia de los solicitantes.