"¿Y si tus amigos se tiran de un puente tú también lo haces?". No es de extrañar que esa frase haya pasado de la boca de una madre a los oídos de la adolescencia de cualquiera durante décadas. Aunque al adulto le suene remoto contestar con grado afirmativo a esta cuestión, parece que la respuesta durante la pubertad es sí.

De hecho, si el círculo en esas edades precoces repite un patrón de conducta, lo más probable es que se extienda al resto de los integrantes del grupo. Y justo esa es la principal motivación a la hora de iniciarse en las drogas a edades tempranas, asevera Dania Salas, de Cruz Roja. "Es ese afán de sentirse aceptado, de hacerlo porque todos los hacen", apostilla.

Esta causa va de la mano de otra que se repite con frecuencia, la falta de opciones de ocio que reclaman los jóvenes de 14 a 18 años. O al menos ese es el argumentario que trabajan a la hora de definir sus comportamientos sociales como. el consumo de alcohol y el de marihuana, apunta la responsable de Cruz Roja.

Aunque la tendencia está orientada a creer lo contrario, este patrón de actitudes se repite tanto en los pequeños municipios como en los grandes. Los jóvenes de edades comprendidas entre los 14 y los 18 años "no sienten que haya oferta de actividades para ellos y eso les genera aburrimiento", asevera. Esto contribuye a que entre los menores sean frecuentes los 'binge drinkings', un anglicismo que significa atracón de alcohol y las conductas derivadas de ese consumo, alerta Salas, como la ingesta de drogas como el cannabis o tendencias como el abuso sexual. "Los más jóvenes piensan que durante la noche todo está permitido", concluye.

Es por este motivo que colectivos como Cruz Roja y asociaciones activan un plan de acción con campañas para concienciar y sensibilizar a los centros educativos. Es la Junta, a través de los Cedex, la que se encarga del tratamiento de los menores con conductas de consumo de drogas. Salas asevera que la clave es trabajar habilidades sociales para que los menores aprendan a decir "no" y a no guiarse por los demás.

Falta de información

A pesar de la intensa labor, la percepción que tienen los menores más jóvenes según el informe Estudes de 2012 del Servicio Extremeño de Salud es de falta de información. El estudio sostiene "que a los 14 años apenas uno de cada cuatro escolares se sienten perfectamente informados (26,9%)". Esta cifra aumenta a los 18 años y se eleva al 41%"

No obstante, en la escala de medidas que ellos consideran más eficaces para resolver el problema de las drogas, la educación ocupa el primer puesto. Por detrás se encuentra el tratamiento a los consumidores, control policial y la publicidad y hasta un 59% admite la importancia de la legalización del cannabis para controlar su consumo en la sociedad y un 40% apuesta por la legalización de todas las drogas.