--Acaba de firmar un acuerdo con Renfe. ¿Asegura este que no se cerrarán líneas?

--Hasta el 31 de diciembre del 2015, sí lo asegura. Es muy buen acuerdo para nuestra región, porque al final lo que se hace es apostar por el tren convencional, que es el que tenemos en la región. Logramos pasar del 70% que teníamos con anteriores gobiernos a que el 85% de los kilómetros que recorren nuestra región fueran declarados Obligación de Servicio Público por el Estado. Quedaba un 15%, que son las relaciones entre las ciudades extremeñas, que por mandato de Europa, o lo asumía la CCAA, o el Estado no podía hacerlo. Además, queríamos que la ciudadanía conociera esos servicios que tenemos y que son competitivos con el coche. Y para eso la gente se tiene que subir al tren. Si no conseguimos en dos años y medio que monten, ninguna administración va a estar subvencionando un servicio que la gente no usa.

--¿Por qué cree que los extremeños no utilizan el tren, a diferencia de lo que ocurre en otras regiones?

--No podemos comparar churras con merinas. En otras autonomías tienen el mismo problema que Extremadura, con líneas de alta ocupación, y otras con menos. Por ejemplo, Andalucía ha decidido dejar de sufragar las líneas que no cubre el Estado y ha optado por cerrarlas. Y esas líneas de menos ocupación son las que ha subvencionado el Gobierno extremeño. Además, hemos modificado los horarios, ajustándolos a la demanda de los ciudadanos. Y esperemos que se aumente la ocupación. De momento, en marzo y abril, la ocupación de trenes se ha incrementado en un 16%.

--Según el mapa de infraestructuras de la red ferroviaria dado a conocer hace unos meses por su departamento, en buena parte de ella lo trenes tienen que circular a velocidades del siglo XIX. ¿Han logrado subsanar ese hándicap?

--Es cierto que hay trayectos en los que hay que circular a 50 kms/h. El principal problema es Castuera-Cabeza del Buey, donde los carriles son de 1927. Lo mismo ocurre en la entrada a Mérida, que hace dos semanas que ha sido licitado por Adif para poder mejorarlo. También se arreglará el trazado de Zafra a Llerena; y vamos a conseguir ganar 20 minutos en el trayecto entre Mérida y Sevilla gracias a que Renfe va a poner trenes modernos diésel, los mismos que funcionan ya en la relación Badajoz-Madrid.

--¿Debe Extremadura olvidarse del AVE?

--No. Hemos dado un ejemplo de responsabilidad y sensatez. Cuando llegamos al Gobierno nos encontramos con que en la obra del AVE se había invertido solo el 8% de los 4.500 millones que costará. Y más grave aún, de Navalmoral a Madrid no se habían hecho ni los proyectos. El dinero lo destinaron a otras prioridades. Un ejemplo: el tramo Barcelona- frontera de Francia, de 135 kilómetros de recorrido, ha costado casi tanto como los 400 kilómetros que supondrá el AVE extremeño. Y ya está abierto. Al final hemos optado por aprovechar lo que ya tenemos y, completado con las obras que faltan, hagamos circular un tren diésel a 200 por hora entre Badajoz y Plasencia. Y ese tren continuará hacia Madrid por el trayecto que tiene ahora. Luego ya llegará el AVE. Mientras tanto, habremos estado disfrutando de las obras que ya se están haciendo.

--¿Qué impide conocer dónde estarán definitivamente las estaciones de la alta velocidad?

--Creo que todas las estaciones extremeñas estarán en la línea principal. Aventuras, como meterse en túneles para llegar a la ciudad de Cáceres donde está el ambiente; en Plasencia o en Mérida, no conducen a ningún sitio. Al final los gobernantes tenemos que tomar decisiones y cualquiera que adoptemos tendrá contestación. Porque la gente que está de acuerdo no sale nunca con pancartas. Y eso nos ha pasado con la A-43, Extremadura-Levante. Está terminada y en servicio desde Ciudad Real al Levante y en el tramo extremeño no están hechos ni los estudios informativos, porque empezamos que si había un lince; que si por aquí lo quieren los de la zona norte y por allí los del sur. Y como los gobernantes de aquella época no quisieron enfrentarse a nadie, pues no se ha hecho. Por eso no tenemos ni las estaciones del AVE ni arreglada la A-43.

--¿Deberíamos olvidar también del Eje-16?

--Tampoco debemos olvidarnos de él. Lo que hay que hacer es trabajar entre todos para que definitivamente haya un tren entre Evora y Badajoz. Y como nosotros estamos construyendo un tren de altas prestaciones, la vía convencional quedará libre. Eso es fundamental para el negocio de las mercancías. Y no digo más.

--¿Lo de retomar la línea del tren Ruta de la Plata es más un deseo que algo realmente factible y rentable?

--Un deseo y una aspiración lógica del pueblo extremeño sí es. Esa línea no debió cerrarse nunca. Pero con las mejoras que ha tenido el ferrocarril, es inaprovechable el trazado de las antiguas vías. No obstante, como cada vez vamos a ver más saturado el paso por Madrid, esto lo hace trazado alternativo para enganchar en Salamanca. La ministra escuchó lo que nosotros le planteamos y lo ha incluido en el plan de infraestructuras. De momento ya está pintada en un plano la línea.