Casi siete de cada diez contratos firmados este año en Extremadura son temporales, y la mitad de los cerca de 200.000 empleos suscritos tienen una duración inferior a un mes. Hace escasos días el presidente extremeño destacaba en la Asamblea la creación de más de 38.000 nuevos puestos de trabajo en lo que va de legislatura en la región, 25.000 de los cuales eran de mujeres. Sin embargo, a la vista de las cifras oficiales del Ministerio de Trabajo cabe preguntarse sobre la calidad de los mismos. En lo que va de año, de enero a mayo --últimos datos oficiales del ministerio--, se han suscrito en Extremadura 190.542 contratos, de los que 121.129 han tenido caracter eventual, y apenas 5.400 se han firmado como indefinidos.

Estos trabajadores temporeros de larga duración han esperado como agua de julio la entrada en vigor de la nueva reforma laboral, vigente desde ayer, fecha establecida para que las ayudas a la conversión de contratos temporales que se hayan sucedido durante dos años en indefinidos se pongan en marcha.

MILES DE BENEFICIADOS La reforma ya entró en vigor el 15 de junio, pero estos aspectos no lo harán hasta el 1 de julio. En Extremadura, las cifras de CCOO apuntan a que 55.000 extremeños se verán beneficiados, ya que son los que, según el sindicato, encadenan contratos temporales en la misma empresa y en el mismo puesto, y que con la nueva normativa deben pasar progresivamente a ser trabajadores indefinidos.

El objetivo principal de la reforma es reducir el índice de temporalidad laboral, que en Extremadura alcanza el 42% y en España es del 33%. Se espera que la tasa de temporalidad caiga siete puntos, con lo que en la región podría descender al 35% y unos 20.000 trabajadores se verían beneficiados, según las previsiones de UGT.

En España, el Gobierno espera que un millón de contratos temporales (el 20% del total) se conviertan en fijos. El coste de la reforma supondrá una aportación adicional del Estado de 1.200 millones de euros que se suman a los 2.300 millones que se dedican en la actualidad a políticas de empleo.

El plan de choque contra la temporalidad contempla la eliminación de las bonificaciones a la conversión de contratos temporales a indefinidos, aunque no de forma inmediata.

Así, los contratos temporales suscritos con anterioridad al 1 de junio de este año que se transformen en indefinidos estarán bonificados, siempre que la conversión se efectúe antes del próximo 1 de enero. En este caso, las ayudas durarán tres años y su cuantía será de 800 euros al año. También será de aplicación a la conversión de contratos formativos, de relevo y de sustitución por jubilación.

Asimismo, la reforma permitirá que los contratos temporales celebrados hasta el 31 de diciembre del 2007 puedan convertirse a contratos indefinidos de fomento del empleo estable, cuya indemnización por despido es más barata que la de un indefinido ordinario (33 días por año frente a 45 días).

La reforma incluye además la constitución de un órgano consultivo de composición paritaria, con presencia de los agentes sociales, mediante el que se podrán formular propuestas y programas que contribuyan a mejorar la labor de la Inspección de Trabajo.

Son algunas novedades vigentes desde ayer, pero desde el 15 de junio están en marcha otras dirigidas a mejorar las prestaciones del Fondo de Garantía Social y la transparencia en la subcontratación de obras y servicios y su delimitación respecto de la cesión ilegal de trabajadores.